María del Valle González López tenía 23 años y era presidenta de la Juventud Radical en el municipio de La Paz en la provincia de Mendoza (Argentina). El domingo 11 de abril murió luego de someterse a un aborto legal en un hospital local, hecho que ha conmocionado al país al ser la primera muerte registrada luego de la aprobación de la ley del aborto el 30 de diciembre.
Según informa el diario argentino Clarín, la joven se dirigió el miércoles 7 de abril al hospital Arturo Illia en la localidad de La Paz “para solicitar un procedimiento de interrupción legal” del embarazo, término usado para referirse al aborto.
“Allí le recetaron una medicación –se presume que misoprostol– y el viernes comenzó a sentirse mal. Fue derivada al principal centro de salud de la zona este de Mendoza, el hospital Perrupato, donde detectaron una infección general que le habría provocado la muerte”, indica Clarín.
El misoprostol es una prostaglandina que hace que el útero expulse lo que está en su interior. En el caso de un embarazo provoca que la madre pierda al niño por nacer, lo que puede generar que la mujer se desangre.
En algunos casos la hemorragia puede hacer que la madre entre en shock hipovolémico y muera.
Por lo general, la mujer que toma misoprostol va luego a un centro de salud para hacerse un legrado y así quitar del útero cualquier resto del bebé.
Si este legrado o raspado se realiza usando material no esterilizado adecuadamente o que está contaminado, este puede provocar una infección que podría llevar a la septicemia o infección generalizada, lo que puede ocasionar la muerte.
El Dr. Luis Durand, médico cirujano argentino, explicó a ACI Prensa que aunque algunos afirman que la muerte de la joven podría haber ocurrido por “mala praxis”, en realidad “el aborto no es una práctica médica. Hasta hace unos meses, para la ley argentina era un acto delictivo”.
“Ahora es un ‘instrumento legalizado’ para supuestamente beneficiar a unos y castigar a otros, y eso no es un acto médico, independientemente que sea legal o no”.
“El acto médico siempre debe buscar mejorar la situación de todo aquel sobre quien interviene, aunque circunstancialmente pueda fallar y no lograrlo, pero nunca puede considerarse un acto médico, ‘interrumpir la vida’ de cualquier ser humano en forma intencional o premeditada”, precisó.
“En el aborto la muerte para el bebé siempre es violenta. O se le inyectan sustancias que lo queman en el útero, o lo extraen por desmembramiento, o es arrancado por contracciones uterinas extremas muriendo por asfixia”, indicó el Dr. Durand.
El médico resaltó también que “la infección general o septicemia en una mujer que toma misoprostol para abortar puede darse cuando la expulsión es incompleta y quedan restos del bebé en el útero materno. Por eso es una falacia decir que cualquier instrumentación en un organismo pueda ser ‘segura’”.
La joven fallecida estudiaba Trabajo Social en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). En cuanto se supo de su muerte, diversos activistas y grupos provida en Argentina inundaron las redes con los hashtags #MurióPorAbortoLegal y #AbortoLegalMataIgual.
La líder provida Guadalupe Batallán, escribió en su cuenta de Twitter este lunes que “María del Valle tenía 23 años y toda una vida por delante. Era estudiante y había llegado a ser presidente de la juventud radical en Mendoza. Abortó legalmente el miércoles y para el fin de semana ya estaba muerta. Te lo cuento yo porque las feministas se callan. #MurioPorAbortoLegal”.
“Si María hubiese muerto en la clandestinidad las feministas estarían rompiendo toda la ciudad, pero como María #MurioPorAbortoLegal y eso no les conviene, se borran”, escribió por su parte Belén Lombardi, joven madre y activista provida.
Clarín señala que la investigación de la muerte de María del Valle comenzó en la Fiscalía de Santa Rosa, pero por su complejidad pasa este lunes a la Fiscalía de San Martín.
Los resultados de la autopsia deberían conocerse en las próximas horas aunque no se sabe exactamente cuándo se divulgarán.
Martín Zeballos Ayerza de Abogados por la Vida en Argentina explicó a ACI Prensa que la joven fallecida “era una chica muy conocida porque era militante de la Unión Cívica Radical, partido histórico en Argentina”.
Este partido, “si bien tiene en su carta de principios el derecho a la vida, fue captado por el progresismo, sobre todo en la Universidad de Buenos Aires” donde hay muchos “radicales verdes abortistas”.
En Argentina, explicó el también magíster en administración y políticas públicas, la Unión Cívica Radical tiene miembros abortistas y también provida.
“Desde Rosario hacia el sur, en su mayor parte los radicales son abortistas. De Córdoba hacia el norte, los radicales son provida. Se podría decir, en general, que los radicales de las ciudades grandes son progresistas y los radicales de las ciudades del interior del país son provida”, resaltó Zeballos.
En sus declaraciones a ACI Prensa, Zeballos también recordó que la senadora Silvia Elías de Pérez de Tucumán, una radical provida, votó en agosto de 2018 “a favor de las dos vidas” y en contra de la ley del aborto.
“El comité radical tiene en Buenos Aires un lugar donde están los cuadros de grandes dirigentes mujeres del partido. Tras la votación de Pérez, descolgaron su cuadro por haber votado a favor de la vida. Dejó de ser dirigente notable por defender la vida desde la concepción”.
“Eso muestra la lucha y las contradicciones internas. El radicalismo es parte de Juntos por el Cambio que era parte del gobierno con el expresidente Mauricio Macri. Hoy dicen que son oposición, pero en realidad son la primera minoría progresista”, concluyó Zeballos.