Por decreto, la jueza Josefina González Cabañas aclaró que no existe riesgo procesal, por lo tanto los efectivos continuarán en libertad.

Por decreto, el Juzgado de Instrucción Nº 3 de la ciudad de Corrientes, a cargo de Josefina González Cabañas, rechazó el pedido de detención de los 11 policías involucrados en la muerte de Lautaro Rosé, el joven de 18 años que murió ahogado en la costanera Sur.

Los efectivos que continuarán en libertad están acusados de la supuesta comisión del delito de abandono de persona seguido de muerte, y también de apremios ilegales, por la golpiza que sufrió el menor de 16 años que acompañaba a Lautaro en la noche de la tragedia y que es el principal testigo.

Los oficiales acusados pertenecen al GIR (Grupo de Intervención Rápida), al Grim (Grupo de Respuesta Inmediata Motorizado) y a la Comisaría 12ª.

En comunicación con El Litoral, el abogado Hermindo González informó que le llama la atención que el pedido se haya resuelto por decreto y no por resolución. “Entendemos que hay elementos más que suficientes para ordenar la detención de los policías, ya que el hecho de que permanezcan libres significa el riesgo procesal de la causa”.

“Sin embargo la jueza no lo entendió así. Ahora deberemos esperan que se resuelva la situación procesal de los acusados, porque la etapa probatoria ya finalizó. Allí tenemos la esperanza de que se dicte la prisión preventiva”, afirmó.

De acuerdo con el informe del Ministerio Público Fiscal de Corrientes (MPF), la desaparición del joven se produjo tras una serie de incidentes en la costanera, debajo del puente General Belgrano, la madrugada del 8 de noviembre.

“En el lugar donde se inició el hecho se generó un incidente e intervino personal de la Policía de Corrientes, lo que derivó en un tumulto de personas y corridas”, precisaron las fuentes.

Se indicó que Lautaro Rosé, junto con un menor de edad que lo acompañaba, se arrojaron a las aguas del río Paraná; luego, el menor de edad salió del agua, pero no así Lautaro.

El cuerpo fue hallado en la ribera del Paraná, a la altura del barrio Virgen de los Dolores, el 10 de noviembre, luego de un operativo de rastrillaje del que participaron malloneros y Prefectura Naval.

Lautaro Alexander Rosé tenía 18 años, iba a cuarto año de la secundaria, era de Boca, jugaba al fútbol e iba a ser el primero de su familia en continuar con los estudios, probablemente en la marina mercante.