Un juez del Tribunal Supremo de Nueva York condenó este viernes a la Organización Trump a pagar una multa de 1,61 millones de dólares después de que hace un mes, fuera declarada culpable de operar una trama de evasión fiscal durante años.
A principios de diciembre, un jurado declaró culpable de 17 delitos económicos a dos empresas pertenecientes a la organización del expresidente --Trump Corporation y Trump Payroll Corporation-- en un caso en el que no estaban acusados él ni sus familiares.
Se trata de la máxima pena que había recomendado para la sentencia la Fiscalía de Manhattan, encabezada por el fiscal Alvin Bragg, quien aplaudió la decisión en un comunicado y la consideró "trascendental" para dar ejemplo a otras compañías y ejecutivos.
La multa se la reparten casi por igual dos divisiones de la organización: Trump Corporation (810.000 dólares) y Trump Payroll Corporation (800.000), una cifra menor para una organización que mueve miles de millones, pero que supone "una mancha en la reputación de astuto empresario del expresidente, ahora que aspira a regresar a la Casa Blanca", comentó el New York Post, un diario sostén de Trump durante años.
El pasado martes, el mismo tribunal condenó al que fuera durante años, máximo jefe financiero de la Organización, Allen Weisselberg, a cinco meses de cárcel por quince cargos de fraude fiscal, al confirmarse la existencia de un sistema de evasión de impuestos que le beneficiaba tanto a él, como a la compañía. Esta condena fue leve: podrá ser excarcelado tras 100 días.
El delito consistía en pagarle parte del sueldo a los altos ejecutivos en negro: a Weisselberg le prestaron una vivienda en Manhattan, autos de lujo, muebles y hasta le pagaban el colegio de los nietos, todo sin ser declarado en Hacienda durante 15 años. Por eso, este hombre de confianza de Trump recibió la condena por quince cargos en los que se declaró culpable, para recibir una reducción de pena, previa colaboración declarando contra el grupo empresarial de Trump, dueño de cadenas hoteleras, campos de golf y negocios inmobiliarios en muchos países. Esta operatoria era más barata que pagar los salarios en blanco y se estafaba al Estado.
Los abogados de la Organización Trump insistieron durante meses en que la trama de evasión fiscal fue para uso y disfrute del propio Weisselberg y no como pago. Pero la sentencia demuele ese argumento: los manejos fiscales del jefe financiero servían ante todo para beneficiar a la organización. Según el diario New York Times, la sentencia de hoy "pone al descubierto una cultura que propició la ilegalidad durante años y proporciona munición política a los oponentes de Trump", en alusión no solo a los demócratas, sino a quienes desean pasar la "página Trump" en el Partido Republicano.
La Organización Trump declaró que actuó dentro de derecho: “Nueva York se ha convertido en la capital mundial del crimen y el asesinato; sin embargo, estos fiscales políticamente motivados no se detendrán ante nada para atrapar al presidente Trump y continuar la interminable caza de brujas”.