El ataque iraní del martes contra Israel, con el lanzamiento de casi 200 misiles balísticos que fueron interceptados, fue el segundo de ese tipo en seis meses, y una confirmación de que Tel Aviv tiene que atender ahora tres frentes de guerra . Dos de ellas ofensivas: las de Gaza y Líbano. Y una defensiva: la protección frente a los misiles de Irán . La distancia geográfica entre las dos naciones, y el calibre que tendría una guerra abierta entre Israel e Irán, hacen improbable -en estos momentos- un choque convencional. La perspectiva es una repetición de los golpes de efecto que se han producido en los últimos años. Asesinatos selectivos de dirigentes jomeinistas en Irán o fuera de territorio persa. Y lanzamiento de misiles desde Irán para crear terror en la población civil israelí, y dar ánimos a los movimientos títeres antijudíos de Palestina, Líbano, Siria e Irak. Todos ellos, salvo el palestino, pertenecientes a la corriente chií del islam.Junto a esta dinámica militar y de Inteligencia, de golpe y contragolpe, Israel va a aumentar la \'guerra psicológica\' para fomentar la caída del régimen fundamentalista instaurado en 1979 por el ayatolá Jomeini.Noticia Relacionada estandar Si El ataque de Irán causa gritos de júbilo y agresiones a la Policía en una marcha propalestina de Berlín Rosalía Sánchez La manifestación se saldó con varias detenciones de simpatizantes de Hamás y extremistas de izquierdaEn un vídeo de tres minutos, subido la semana pasada a las redes sociales, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigió a los iraníes para decirles que Israel «no tiene nada contra ellos» y animarles a derribar el régimen clerical de los ayatolás para sustituirlo por una democracia. Las últimas revueltas populares en Irán contra la dictadura datan de hace más de dos años, tras la muerte en comisaría de la joven Mahsa Amini, detenida por llevar mal puesto el velo islámico . Las protestas fueron sofocadas con muertos y numerosas detenciones.Las relaciones entre Irán e Israel, entre persas y judíos, han fluctuado a lo largo del tiempo. G.K. Chesterton, en \'El hombre eterno\', dice con fina ironía que los primeros sionistas fueron los conquistadores persas , que enviaron de vuelta a los judíos desde su cautiverio en Babilonia, para que reconstruyeran Jerusalén. El sionismo está pues en deuda con Irán, escribió el autor inglés.Pero la llegada del ayatolá Jomeini al poder en 1979 cambió abruptamente las buenas relaciones que habían tenido las dos naciones durante la anterior era del sha. Jomeini consideraba al Estado de Israel como «enemigo del islam», y solía calificarlo de «pequeño Satán», en contraposición al «gran Satán», Estados Unidos. Su sucesor al frente de la dictadura clerical chií, el ayatolá Jamenei, suele calificar por su parte a Israel de «tumor cancerígeno».