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Niños enfermos tardan meses en obtener el permiso israelí para tratarse fuera de Gaza y algunos mueren

 

Miles de niños palestinos esperan desesperadamente el permiso israelí para ser evacuados de manera urgente de Gaza y poder ser tratados por heridas de guerra o enfermedades crónicas.

La habilitación suele llegar después de meses de padecimientos a quienes tienen la fortuna de al menos acceder al tratamiento. Otros mueren en la espera después de que “por razones de seguridad” inexplicablemente no tienen el permiso necesario.

Una funcionaria de Unicef, Rosalía Bollen, explicó la situación por la que pasan unos 2.500 niños necesitados de ser trasladados urgentemente fuera de Gaza para acceder a los cuidados médicos: “No pueden permitirse esperar. Estos niños morirán. Están muriendo esperando y me parece sorprendente que el mundo esté dejando que eso suceda, dijo Bollen.

Según investigaciones de Shurafa Wafaa y Khaled Fatma de Associated Press (AP), el Ejército israelí a menudo tarda meses en responder a las solicitudes de evacuación médica, y el número de evacuaciones se ha desplomado en los últimos meses.

En algunos casos, los militares rechazan al paciente o, en el caso de los niños, a los cuidadores que los acompañan por motivos de seguridad vagos o sin explicación.

Por su parte, la directora de Médicos Sin Fronteras de Jordania, Moeen Mahmood señaló que las decisiones israelíes parecen ser “arbitrarias” y que “no se toman según un criterio ni una lógica”.

En tanto, la agencia militar israelí a cargo de asuntos humanitarios para palestinos, dijo en un comunicado a AP que “hace todo lo posible para aprobar la partida de los niños y de sus familias para tratamientos médicos, sujeto a un control de seguridad”.

Asimismo, la entidad no respondió cuando se le pidieron detalles sobre el caso de los islamistas.

Osaid Shaheen, que tiene casi 2 años, ahora se enfrenta a que le extirpen los ojos después de que Israel rechazó su evacuación para el tratamiento del cáncer en sus retinas.

Los padres de Osaid solicitaron en abril la evacuación y no hubo respuesta. Al tiempo intervino la ONU para pedirla de nuevo y la respuesta fue la misma.

Los médicos le han dado al niño tres dosis de quimioterapia. Pero con los suministros cortos en Gaza, están luchando por obtener más. Si pueden, tendrán que extirpar los ojos de Osaid o el cáncer se propagará a otras partes de su cuerpo.

Qusay, de 4 años, podría paralizarse si no se somete a una cirugía en los próximos dos o tres meses por un defecto cardíaco que contrae su aorta.

“¿Debo esperar hasta que mi hijo se paralice?” dijo su padre, al-Askari.

“Todos me dicen que espere hasta que sea evacuado… Este es mi único hijo. No puedo verlo en una silla de ruedas”, se lamentó amargamente.

Asma Saed dijo que ha estado esperando durante tres meses para saber si su hijo de 2 años, Al-Hassan, puede viajar para recibir tratamiento por insuficiencia renal. Mientras tanto, viven en un campamento de tiendas escuálidas en Khan Younis, con poca agua limpia o comida.

Ella dijo que su hijo no duerme, gritando toda la noche.

“Me gustaría poder verlo como cualquier niño en el mundo que pueda moverse, caminar y jugar,”, dijo.

El sistema de salud de Gaza ha sido diezmado, con solo 17 de los 36 hospitales originales de la zona funcionando, y solo parcialmente, mientras luchan para salvar pacientes con heridas de guerra o con otras afecciones en medio de las oleadas de ataques israelíes.

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