Entre la mañana y la tarde de este último viernes el gobernador de nuestra provincia intentó hacer lo que debió, hace más de un mes. Quizás lo que tuvo que hacer desde tiempo atrás, con datos de expertos y organismos que se dedican a cuestiones climáticas, prever lo que estamos padeciendo ahora. Una de las peores catástrofes acaecidas en Corrientes en las últimas décadas. A inicios del nuevo siglo la provincia, sus habitantes, miles de familias correntinas deben combatir el fuego como se hacía en la Edad Media.
La ciencia no está para evitar catástrofes, sino para estar listos e intentar morigerar su impacto. Pero lamentablemente vivimos en una provincia donde hace 22 años se trabaja sobre la improvisación. Sobre la leche derramada como habitualmente decimos.
El mandatario provincial el último viernes a 60 días de iniciados los primeros incendios de magnitud en la provincia, fue a ver lo acontecido en un paraje que fue arrasado por el fuego. Paraje Galarza, en Ituzaingó, su tierra natal. También es un detalle que en política significa mucho.
Buscó de esa forma retomar la iniciativa que a estas alturas cuesta mucho saber si alguna vez la tuvo, ante la presión social y mediática de los medios de Buenos Aires, exhibió algo, casi nada, de acción.
Recibe el Poder Ejecutivo provincial, alrededor de $1000 millones de asistencia nacional. De ese volumen de recursos, $100 millones se enviaron a las arcas correntinas en calidad de “no reintegrable”. ¿Quién controla que todo eso llegue realmente a los necesitados? A quienes perdieron todo. Su forma de ganarse la vida. La provincia de Corrientes es una de las que peor índice de transparencia tiene.
En medio de todo este caos y apocalipsis: ¿Dónde está la oposición? ¿Por qué la administración provincial recibe cheques en blanco sin ningún tipo de veedores?
Suelen decir que de las crisis se sale fortalecido. Estamos ante una circunstancia histórica. Hay estimaciones que hablan de pérdidas del 80% en la zona de reservas de los Esteros del Iberá. Nuestra joya natural por excelencia.
Primero debemos atender a quienes hoy están sufriendo porque perdieron todo. Volver a recuperar luego nuestra matriz económica y en un mediano plazo, cuando regresemos a las urnas, sancionar a los negligentes. A quienes ignoraron las advertencias que se vienen haciendo desde hace tiempo con respecto al impacto del cambio climático en la provincia.
A quienes se fueron de la provincia cuando el fuego ya estaba y zozobramos con la pandemia de Coronavirus. Enero de 2022 tuvo más de 250 muertos.
Debemos recuperarnos y seguro lo haremos. Pero también deben tener memoria sobre quiénes nos dejaron a merced de una tragedia de magnitudes bíblicas.