Interior

Obispo instó a hacer control de gestión de los mandatos legislativos

"No podemos desentendernos de la realidad si tenemos los pies bien en la tierra", les dijo a los cristianos, porque "el soberano, que es el pueblo, tiene que saber qué están pensando, legislando o qué están votando. Nosotros no podemos desentendernos" y alentó a "trabajar siempre por la igualdad en los derechos y oportunidades".

El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, animó al "soberano", que es el pueblo, a "hacer un control de gestión" en los legisladores y animó a "trabajar siempre por la igualdad en los derechos y oportunidades".

En la misa dominical en la Catedral, al referirse al Evangelio del día sobre la multiplicación de los panes, destacó en su predicación que la misa es "la cumbre y fuente de la vida cristiana", como señala el Concilio Vaticano II y expresó: "¡Qué lindo es vivir así el día del Señor, cumbre y fuente!", porque "ninguna otra acción que la Iglesia realiza, se equipara a la celebración de la Eucaristía dominical, en los frutos, en la hondura, profundidad y gloria que da a Dios y, en el bien que trae no sólo para nosotros sino para la humanidad".

A NO HACERSE LOS ÑEMBOTAVY

"Los apóstoles quisieron hacerse los 'ñembotavy' (en guaraní los tontos o desentendidos) cuando Jesús les dijo denles ustedes de comer' y ellos se querían desentender".

Adolfo Canecín

"Los cristianos no nos podemos desentender de la realidad, si tenemos los pies bien en la tierra".

En ese aspecto, como cumplimiento de ese mandato para los creyentes, aclaró que si bien los ciudadanos "hemos delegado roles, en diputados o senadores porque el sistema democrático así establece, el soberano sin embargo es el pueblo", por lo cual como ejercicio de su derecho y obligación "tiene que hacer control de gestión, saber qué están pensando, legislando o qué están votando. Nosotros no podemos desentendernos", ratificó.

LA DIGNIDAD PARA TODOS

"Hemos escuchado que el Señor invita a todos; abrió su corazón y ofreció sus bienes a todos. Dios no discrimina ni hace acepción de personas, porque es Padre y quiere que todos los hombres vivan con dignidad", describió desde la lectura bíblica, para profundizar seguidamente que "Dios quiere que todos vivamos con dignidad, abrigados en invierno y fresquitos en verano, que todos tengamos donde vivir. Y ese es el designio de Dios".

En esa línea advirtió que "la inequidad y la desigualdad" provoca "dolor en la sociedad y es fruto del pecado, que entró y habita en el corazón humano".
Invitó a "los hijos de Dios a trabajar siempre por la igualdad, en los derechos, oportunidades y en la misma dignidad" para que "todos puedan tener sobre la mesa algo para comer, una ropa para cubrirse en invierno, para vivir con dignidad", reiteró el prelado.

Dijo que una "pregunta fuerte nos hace Dios hoy y nos interpela: ¿Por qué gastan en cosas que no llenan y dejan vacío el corazón? ¿Cuántas veces podemos pasar la vida buscando estatus o buscando reconocimiento, bienestar o placer propio? ¿De qué le vale al hombre ganar el mundo, si pierde su propia vida?", interrogó.
Al referirse a la "compasión" que tuvo Jesús y puntualizar que "somos discípulos e hijos de Dios", preguntó: "¿Hermanos, como anda la compasión?".

"Denle ustedes mismos de comer", expresó Jesús a la multitud y esa expresión "hoy es para cada uno de nosotros", subrayó, porque el "Señor quiere que cada uno de nosotros pongamos lo que Él mismo nos dio, nuestra vida, tiempo, talento, dones y capacidades", pues "todo lo que tenemos viene de Dios", sentenció.

OBISPO GOYA ADOLFO CANECIN CASTAGNA CATEDRAL

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