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Occidente ayuda a Putin al saltarse las sanciones al petróleo de Rusia

En una casa llena de goteras, intentar que el agua no moje las habitaciones es prácticamente imposible. Lo mismo parece estar ocurriendo en Rusia con las sanciones al petróleo: intentar que Moscú no engrose sus arcas a costa de su crudo , a pesar de las sanciones de Occidente, también parece ficticio. Desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, en febrero de 2022, los países de Occidente -Estados Unidos, el Reino Unido y los que integran la Unión Europea- han ido publicando paquetes de sanciones uno tras otro. El objetivo estaba claro: minar las capacidades del Kremlin y aislarlo política y económicamente . Estados Unidos y los aliados han impuesto aproximadamente 2.000 sanciones a empresas, instituciones financieras y personalidades rusas. Pero, si bien estas penalizaciones han sido amplias, radicales y en algunos casos sin precedentes, el debate sobre su nivel de eficacia aún continúa. Y todavía más si se buscan vacíos legales para saltarse las sanciones. Un informe publicado por el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio y el Centro para el Estudio de la Democracia, y luego divulgado y adelantado por el periódico \'Politico\', señala que los países aliados compraron aproximadamente 2.000 millones de dólares en combustible elaborado a partir de petróleo ruso solo en la primera mitad de 2024.Noticia Relacionada estandar No Miles de manifestantes prorrusos toman Berlín al grito de «nunca más a la guerra» Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín¿Cómo es posible, si Occidente prohibió las importaciones de crudo ruso y estableció una política de precios máximos? La respuesta está en intentar ser el más listo de la clase y buscar lagunas legales en las sanciones, como comprar el combustible a terceros países cuyas refinerías procesan el crudo ruso. «Hay que hacer una distinción, porque este vacío legal de las sanciones lo hace completamente legal , al tiempo que es hipócrita, poco ético y contrarresta enormemente otras medidas», señala en una conversación con ABC Vaibhav Raghunandan, experto en energía y uno de los redactores del informe. Aunque los países occidentales prohibieron las importaciones de crudo ruso y establecieron una política de precios máximos -que no supere los 60 dólares el barril-, los países aún pueden comprar combustible de origen ruso si se procesa primero en otro país, como Turquía. «Según nuestros datos, es el tercer mayor importador de crudo ruso desde las sanciones, por detrás de China y la India. A su vez, los países occidentales han incrementado sus importaciones de productos petrolíferos refinados procedentes de estos países, lo que les anima a seguir comprando crudo ruso, procesándolo y vendiéndolo a los países occidentales», explica Raghunandan.Turquía, en el centroLos datos que aporta el informe son claros: las importaciones de los países occidentales han aumentado un 62% en el primer semestre de este año. Solo en la primera mitad de 2024, los Estados occidentales, como Rumanía, Estados Unidos, Italia o España, todos miembros de la OTAN, compraron combustible fabricado a partir de petróleo ruso a empresas turcas por un valor de cerca de 2.000 millones de dólares. Turquía ha aprovechado la situación y los descuentos del crudo ruso de entre 5 y 20 dólares por barril para aumentar sus compras anuales a Moscú en un 34% en 2023 y en un 70% en lo que llevamos de año. «Turquía es un país no sancionador que ha aumentado sus importaciones de crudo ruso hasta un nivel en el que Rusia tiene ahora el 70% de la cuota de mercado marítimo», señala a este periódico Isaac Levi, coautor del informe. Pero lo más paradójico, e incluso preocupante en este caso, es que con ese dinero Rusia es capaz de financiar a sus tropas en Ucrania. «Todos los ingresos que las empresas rusas obtienen de las exportaciones de combustibles fósiles revierten directamente en la financiación de la maquinaria bélica rusa», apuntan los autores. Según los cálculos del Centro de Investigación, la cantidad de crudo utilizada para fabricar productos petrolíferos refinados para los países occidentales por las refinerías turcas genera 125 millones de euros en impuestos para el Kremlin cada mes . Estos ingresos fiscales permitirían a Rusia reclutar más de 6.200 soldados cada mes para continuar su invasión a gran escala de Ucrania.Lo más paradójico, e incluso preocupante en este caso, es que con ese dinero Rusia es capaz de financiar a sus tropas en Ucrania¿Cómo solucionar el problema? «Lo primero que deben hacer los países occidentales es prohibir las importaciones de productos petrolíferos refinados procedentes de refinerías que utilicen crudo ruso», explican los autores. Esto tendría un doble efecto: en primer lugar, desincentivaría a estas refinerías de terceros países a comprar crudo ruso; en segundo, obligaría a Rusia a encontrar nuevos mercados para vender el crudo y, por tanto, también obligaría a bajar el precio.Las sanciones han transformado la economía rusa, volviéndola más dependiente del gasto público y empeorando seriamente sus perspectivas a largo plazo . Pero, sin embargo, no han paralizado la economía ni han ejercido presión real sobre Rusia para que ponga fin a su guerra en Ucrania.

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