Transitando la semana más calurosa del año, las altas temperaturas no solo afectan a los seres humanos. Nuestras mascotas, miembros importantes en nuestra familia, también sufren los golpes de calor y debemos tener en cuenta una serie de puntos a la hora de cuidarnos.
Con esta ola de calor y las temperaturas extremas, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones. La médica veterinaria Andrea Santamarina dialogó con Radio Sudamericana y aseguró que no es suficiente con dejar al animal en la sombra y con agua para que se hidrate. “Igualmente pueden tener un golpe de calor”.
Asegurate que siempre tengan agua limpia disponible y que no esté caliente. Con las precauciones por el dengue y el calor extremo, no es raro que a veces sus platos de agua estén vacíos. Por eso es fundamental que los revises dos a tres veces al día, les renueves el agua y así te asegures de que tengan agua limpia disponible a toda hora.
“Ellos necesitan refrescarse para poder compensar su temperatura”, dijo a este medio.
No los dejes encerrados y asegurate que siempre tengan un lugar de sombra fresca. Ya sea porque saliste a hacer algunos mandados y lo querías llevar con vos o porque su lugar de esparcimiento es la terraza. Las mascotas sufren esa misma sensación de ‘sofocamiento’ que nosotros y por esto es clave que no estén expuestos al sol directo por mucho tiempo y en los peores horarios.
No los saques a correr. Sobre todo, con los perros, no es raro que muchos dueños salgan a andar en bicicleta con ellos acompañándolos. Es clave evitar este tipo de actividades de exigencia. Mejor salir por una caminata en los horarios recomendados.
¿Cómo identificar un golpe de calor en tu mascota?
Los signos frente a un golpe de calor en nuestras mascotas son:
decaimiento y/o dificultad para moverse
jadeo excesivo o hipersalivación
temblores
vómitos
Entonces, si notas algunos de estos síntomas, es fundamental que acudas a tu veterinario de confianza con rapidez y los ayudes con primeros auxilios: busques bajar su temperatura corporal (refrescando el cuerpo con agua a temperatura ambiental, tomando especial cuidado en las zonas de piel fina como las axilas y la ingle) y, si está vomitando, ofrecerle agua limpia y procurar que no se acelere al beberla.