Los cruces de llamadas de los sospechosos de la causa en las que se analizan las actividades de narcotráfico desde Itatí revelaron que un efectivo de la Policía Federal organizaba con integrantes de bandas narco el robo de material estupefaciente de otras organizaciones delictivas que luego las comercializaba para obtener rédito económico. También se desprende de las escuchas que los uniformados "llevaban en ocasiones operativos que atentarían contra los fines de la sociedad criminal, aunque lo cierto es que tales maniobras estarían dirigidas a velar en apariencia por la labor pública que desempeñaran".
Estas operaciones estaban coordinadas principalmente por Víctor López, oficial de la Policía Federal quien "mantuviera un estrecho nexo con Javier Brítez, procesado en el marco de la causa 4.795/14 caratulado Villar, Juan Domingo y otros s/infracción ley 23.737". Pero en esta causa queda clara su relación con Alejandro López, Hernán Aquino, Francisco Noguera y Carlos Romero, todos ellos detenidos acusados de tráfico de drogas.
Todas estas acciones se habrían realizado con el aval del entonces jefe de la Delegación Goya de la PFA, Rubén Ferreyra, quien era el superior de López. Ambos "tendrían como rol coordinar las tratativas relativas a las operaciones de tráfico". Aparentemente estas operaciones además de tener como fin en enriquecimiento de los policías le posibilitaba contar con informantes que brindaban datos respecto a la actividad criminal en la localidad de Itatí.
Mexicaneada
Algunos de los acuerdos con los narcos consistían en que se brinde información respecto a la ubicación de estupefacientes. Entonces se acordaban actividades tendientes a robar esos paquetes y luego venderlos, pues nadie los reclamaría. Así, en unas de las conversaciones surge que "por un lado que Carlos Romero, al margen de desplegar presuntas operaciones de tráfico ilícito con Víctor López, también tratan, aparentemente, de sustraerle material estupefaciente a otros sujetos que también se dedican a las mismas maniobras delictivas".
En una de las conversaciones entre Víctor López y Alejandro Rodríguez, este último en realidad habla en nombre de un tercero, quien se encargaría luego de la venta de la parte que le tocara a los uniformados. Rodríguez reveló en la charla que una organización narco "tiene en una isla trescientos" pero que le aclara que "los verdes le están mangueando", en mención al personal de la Gendarmería Nacional que realizaban patrullajes en la zona.
El estupefaciente estaba "en un campo, cerca de la costa" y lo invita a ir a ver el cargamento en una embarcación porque "había que caminar 45 minutos por el monte". Agregó que eran 13 los bultos existentes. El policía dijo entonces que "consulta con su Patrón está ahí adelante", al hacer referencia a Ferreyra.
La respuesta del uniformado fue un ofrecimiento del 20 por ciento de lo existente, pero la respuesta fue que "quiere entre cien u ochenta más o menos". En ese diálogo el numerario policial pregunta si puede llegar al lugar con "todo el circo" al hacer referencia a un equipo policial para montar un operativo simulado.
Pero fue difícil porque era imposible ingresar con vehículos, y es por ello que Rodríguez recomienda que "lleve alguien que se quede a custodiar porque los verdes están en todos ahí, nada más que no saben dónde está". En otra de las escuchas el policía le revela que secuestraron 240 kilogramos en total, pero "sacamos 160. Sesenta para vos, 100 para mí, y remarca, era poco hermano, chicas las bogas". La droga era escasa. Norte