“Es desesperante”. “No puedo creer lo que está pasando”. “Basta, Juan (Ignacio Chela), basta, así no puedo”. Son algunas de las frases que expulsó el tenista argentino Diego Schwartzman, 14° del mundo, durante su frustrante debut en el ATP 500 de Hamburgo. El porteño, tercer favorito en uno de los certámenes sobre polvo de ladrillo más tradicionales del continente europeo, quedó eliminado en la primera ronda frente al finlandés Emil Ruusuvuori (43°; su mejor posición), por 7-5 y 6-4, en dos horas y 22 minutos. La derrota del Peque se produce cuatro días después del mazazo anímico recibido en los cuartos de final del ATP de Bastad: derrota 6-1 y 6-0 ante el español Pablo Carreño Busta.
Schwartzman, que esta temporada fue finalista en Buenos Aires (perdió con el noruego Casper Ruud) y Río de Janeiro (cayó frente al español Carlos Alcaraz), llegó a los 8vos de final de Roland Garros (perdió en tres sets ante Novak Djokovic) pero, a partir de allí, su rendimiento entró en un claro descenso y su lenguaje corporal en el court es el mejor ejemplo de ello. Ya en la gira sobre césped, el jugador de 29 años perdió en sus presentaciones en Queen’s y en Eastbourne, además de marcharse en la segunda ronda de Wimbledon. La caída en los cuartos de final de Bastad (certamen ganado por el argentino Francisco Cerúndolo, en una final ante Sebastián Báez) fue muy dura, tanto que el jugador entrenado por Chela escribió en sus redes sociales: “Un día de esos que ojalá no existieran en el deporte”.
Hamburgo representaba una buena oportunidad para Schwartzman, pero nunca logró estabilidad en su debut ante Ruusuvuori, un jugador que -siendo el 163° del ranking- ganó popularidad en septiembre de 2019 al vencer a Dominic Thiem (era 5°) en una serie de Copa Davis. El Peque tuvo sus chances, pero mayormente padeció el partido, nunca pudo encadenar varios puntos consecutivos en su favor y así lo expresó constantemente con mensajes hacia su entrenador, sentado junto a la segunda cancha en importancia del club. Cometió ocho doble faltas y el europeo le rompió el servicio en cuatro oportunidades. Tan mal se sintió el exnúmero 8 del mundo en el court 1 del certamen alemán que durante el séptimo game del segundo set (con el score 3-3), rompió su raqueta contra piso, una acción inusual en él (el argentino suele tener un muy buen comportamiento dentro del court).
Schwartzman terminó el partido sin anotar aces, con un 69% de primeros servicios, un 64% de puntos ganados con el primer saque y apenas un 26% de puntos (9 de 26) obtenidos con el segundo. Tuvo nueve break points, pero sólo logró romperle el servicio a Ruusuvuori dos veces.
Fue la sexta participación de Schwartzman en Hamburgo, la primera desde 2018, cuando quedó eliminado en los cuartos de final por el correntino Leonardo Mayer, posteriormente finalista de esa edición (el Yacaré, asimismo, fue campeón en Hamburgo en 2014 y 2017).