Ocurre en Santo Tomé y en medio de la crisis y recesión argentina, vecinos de esa localidad van a comprar al otro lado del Río Uruguay, en San Borja. El cruce vecinal brasileño mermó considerablemente.
Autoridades del paso fronterizo sobre el puente internacional que une Santo Tomé con la localidad brasileña de San Borja (sur de Brasil) admitieron “una notable reducción tráfico vecinal fronterizo”, debido al constante aumento de precios en Argentina. Principalmente mercadería y servicios, ahora son los correntinos quienes van a comprar al otro lado.
“Por el aumento constante de los precios de este lado de la frontera, a los brasileños ya no les conviene comprar del lado argentino, a tal punto, que desde hace dos meses los santotomeños empezaron a realizar sus compras a San Borja”.
Se trata de otro golpe a los comerciantes locales en el marco de la profunda recesión económica en el país.
“Si vamos a los supermercados de Santo Tomé ya no hay brasileños realizando sus compras, inclusive, hasta pocos argentinos hay. Solo algunas excepciones que se debe a que los brasileños por ahí vienen a comprar productos muy puntuales. También se nota la caída de las ventas en la gastronomía y se debe a que los costos hoy están prácticamente iguales o más barato en Sao Borja, lo que hace que los sanborjenses vengan cada día menos a Santo Tomé, cada día cae más el tráfico vecinal de San Borja hacia Santo Tomé”, detalló el gerente encargado de la empresa concesionaria del viaducto internacional.