Hay una fijación con la grieta. Ahondar, insistir en ese abismo que no conduce a ninguna parte más que a eso, a la nada de un abismo discursivo que solamente sirve para extender el encantamiento de oídos de los “convencidos” en ambas partes de esa grieta.
Lo remarcamos aquí, dirigentes del oficialismo nacional y de la oposición nacional, ni siquiera intentan salir de esa cuestión binaria que los “malos” son de determinado color político –siempre es el otro- como si esa afirmación fuera canónica sin posibilidad de refutarla o ponerla en discusión.
En plena crisis por los combustibles que necesita la maquinaria productiva del país, asistimos nuevamente a esta exacerbación de la grieta. A fines de la semana que dejamos atrás el máximo funcionario de nuestra provincia se esmeró en afirmar que él y demás gobernadores del norte y nordeste, habían avisado del faltante de gasoil. Una mera afirmación para decir “yo te avisé” y dejar ahí el problema. Que el otro lo solucione.
Corrientes, desde hace tiempo tiene problemas serios con el contrabando de soja que creció al calor de la escalada inflacionaria. Se suma desde hace meses el contrabando de gasoil.
En ambos hay un denominador común, advertido incluso por provincias vecinas a Corrientes. La falta de control policial dentro del territorio correntino. Se suma a ese diagnóstico la poco feliz apreciación del máximo representante de Corrientes al decir que es preferible sacar la soja por contrabando (lo dijo a fines de marzo pasado en un canal de televisión nacional). Justamente en medio del crecimiento de ese delito en nuestros territorios.
Pero veamos. En medio de todas esas apreciaciones hay que analizar, insistir con algo. La necesidad de hacer apreciaciones políticas electorales supera ampliamente a la gestión, al trabajo por mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y especialmente la de los sectores más postergados en las regiones más pobres del país. Corrientes es una de ellas.
La culpabilidad y la constante empresa de ubicarla siempre en otro sector que no sea el propio, es lo que genera el alejamiento de la gente de la política. Porque justamente lo que reclama la ciudadanía es la aplicación de políticas públicas. No, quién es “el dueño de la responsabilidad”.
Otro ejemplo
También esta semana ocurrió un hecho significativo que al ser interés del gobierno provincial, su no tratamiento en la Legislatura, pasó casi inadvertido en los medios de comunicación locales.
Tomó estado parlamentario el proyecto de ley de boleta única electoral en la provincia. Fue presentado por dos diputados que no son del oficialismo, decimos que el Gobierno no quiere que se lo trate ni discuta, porque es lo que demuestra hace tiempo con otros proyectos de reformas electorales. Corrientes sigue siendo una de las últimas provincias que no tiene paridad de género y ni siquiera habilitó el voto joven opcional. Sin embargo, a diario escuchamos de los gobernantes provinciales, discursos que bregan por la modernidad y el progresismo.
Necesitamos políticas públicas urgentes. Gestión lejos de los fuegos artificiales electorales.