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Pablo El Enterrador, la leyenda de una banda de culto: “La esencia siempre fue lo más importante”

“Hay un duende que en las madrugadas canta con mi voz y cruzando Echesortu aquel sueño de mi adolescencia que atrapó la leyenda de Pablo El Enterrador”, dice un fragmento de la célebre canción Tema de Rosario, compuesta por Lalo de Los Santos… que fue escrita en 1981, y a poco menos de una década de su surgimiento, PEE ya era una leyenda… Y quien mejor que alguien que formó parte del mítico grupo, haya logrado inmortalizarlo con unas hermosas, profundas y sensibles líneas.

La historia de Pablo El Enterrador, es la historia de una banda resiliente, de lucha y sacrificio por mantener un legado artístico que se inició hace más de medio siglo. No se puede hablar de la música rosarina, sin omitir a Pablo El Enterrador. Pasaron por sus filas destacados y reconocidos músicos como Rubén Goldín, (quien junto al “turco” Antún y “Coki” Brandolini, fueron sus fundadores), Fabián Gallardo, y hasta Fito Páez cuando era un ignoto músico tocó con ellos e incluso en más de una ocasión dejó al grupo sin poder ensayar, por pedirle prestado los teclados para algunos shows…

“Hay dos fechas que fueron claves. La del año pasado con el festejo en el Teatro El Círculo de los 50 años, en la que estuvo la prensa de aquí, vinieron invitados de Buenos Aires, estuvo gente invitada en el escenario, como el caso de Goldín, tuvimos varios compañeros de la banda porque han estado también formando parte de ella. Y como broche final fue lo de la sala Lavardén este año, donde la Cámara de Diputados nos otorgó una distinción, así que el año yo creo que no podía haber sido mejor”, dijo en diálogo con Conclusión el baterista de Pablo Marcelo Sali, quien también agregó: “Paralelamente a esto, ocurre lo de la reedición del primer disco en vinilo. Y para sorpresa nuestra y de la gente que lo produjo, duró dos días. Se hizo pre-venta y el día que apareció a la venta se terminó en dos días. O sea que está en marcha una segunda edición”.

“Cerramos entonces con este gran concierto en el Teatro Lavardén, acompañado por el amigo César Limonta, quien fue el que nos dio una gran mano para hacer este concierto, y nosotros contentos porque justamente pudimos consolidar a la banda que venimos buscando, y nos estamos preparando para futuros conciertos en Buenos Aires que se están gestionando. La idea de la banda es dar un paso adelante, y estamos muy bien ubicados musicalmente para poder llegar a hacer unos buenos teatros allá. Por otro lado, con Marce recién veníamos caminando dos cuadras y le digo: ‘mirá la lucha que tenemos, Marce, cómo seguir adelante´. Prácticamente fue una vida a pulmón. Hemos podido luchar con la música…”, complementó el guitarrista y cantante José María Blanc, quien junto al baterista son quienes portan y llevan el legado artístico del legendario grupo que se completa actualmente con Adrián Pani en Bajo, y Hernán Barriocanal y Román Oviedo, ambos en teclados y sintetizadores.

Sali rememoró acerca de las motivaciones que junto a Blanc, los impulsaron a continuar siempre adelante con PEE a pesar de las adversidades: “La banda, en definitiva, desde un comienzo no fue planteada como un recurso económico o algo como para pertenecer al sistema comercial, ni mucho menos. Se hizo la música por la música misma, porque era lo que inspiraba en ese momento el estilo, lo que se pudo mantener, a pesar de que fue llegando gente nueva, lo fueron formando distintos integrantes. La esencia fue lo más importante, que es el mérito de poder mantener todo eso y no defraudar al estilo, a la banda, o lo que siempre se siguió, que era la música por la música misma, no pretendiendo estrellatos, ni mucho menos. Así que vale por el hecho de que es realmente a pulmón y sin esperar pertenecer a grandes aparatos, producciones y demás. Así que por ese lado lo tenemos que sentir y se tiene que sentir todo lo que en algún momento formaron parte de Pablo, que se pudo sostener y eso es mérito de cada uno”.

“Tuvimos un poco de la suerte de que se nos acercó gente que nos apoyó, un bajista que estuvo también en Pablo antes que nosotros, en la versión de Pablo El Enterrador, Moisés Edery, quien también nos ayudó mucho en la producción. Siempre hay que destacar a los amigos que nos ayudan y lo siguen haciendo, como Peperina Rodríguez, que nos dio una gran mano con la prensa. Actualmente en su disquería Peperina Discos se está vendiendo el disco de Pablo y ya tiene disponible la segunda edición del vinilo para quien quiera ir a comprarla allí”, contó Blanc quien aprovechó para pasar la dirección que queda en la galería de San Martín 1050, “ya que estamos le pasamos el aviso para que nos beneficie a nosotros también”.

Al ser consultado acerca del tercer disco de PEE, el vocalista, guitarrista y compositor expresó: “Fue un sacrificio de Marcelo (se refiere a Sali) sobre todo, que fue el que terminó toda la parte de grabación, hizo de ingeniero para culminar Triphonic (el tercer disco del grupo), del que teníamos todas las partes y no sabíamos qué hacer. Y nos tiramos para hacerlo y terminarlo en la sala de ensayo con todas las pistas que teníamos y algunas ayudas que también tuvimos. Así que Marcelo acá se lleva todos los aplausos”.

-Es por eso que después del fallecimiento del “turco” Antún, hubo que laburar bastante y salió como una década después…

Marcelo Sali: Claro, porque te explico en grandes rasgos que es lo que normalmente, obviamente todos conocemos, son multi tracks, se puede seleccionar uno u otro y modificar a antojo. Pero teníamos algunas cosas enganchadas con otras. Concretamente había grabaciones que se habían hecho como para demostrar o para tener y poder llevarnos a casa y poder jugar un poco, trabajar sin necesidad de estar en la sala, trabajar las líneas melódicas y demás como hace cualquier banda que te llevas un poco una premezcla, como sale te llevo una premezcla y después lo vas trabajando.

José María Blanc: Yo asistía siempre a las grabaciones de Jorge cuando iba a hacer los teclados, acompañaba, a veces hasta a altas horas de la noche grabábamos. Pero siempre se me ocurría ‘haceme una copia que yo voy practicando la voz arriba de lo que va grabando’. Entonces por eso tenía un montón de discos con todas pistas. Es más, él (por Marcelo Sali) encontró del tema instrumental Caída Libre, con catorce pistas de teclados diferentes.

-Ustedes lo incluyeron en Triphonic a ese tema, pero esa canción venía de mucho antes

José María Blanc: Sí, tuvo diez años cautivos, fácil. Antún murió en 2005 y lo empezamos en 2002. Porque me acuerdo del recital que hicimos para ver cómo saldrían los temas y recién habíamos arrancado. Allí grabamos el show que está subido a YouTube, es todo el material que recién empezábamos a grabar de Triphonic. Y terminamos en el 2014. Pero estuvimos varios años trabajando con la grabación para terminarla. No fue sencillo.

-El disco homónimo y el primer álbum que ustedes grabaron con el sello RCA Víctor, se editó en el 83, pero fue registrado bastante antes

José María Blanc: Fue en el 82 y en un mes lo grabamos todo al primer disco.

Marcelo Sali: Nosotros le dedicamos mucho tiempo, yo entré en la banda en el 81, y se trabajó mucho hasta llegar a ese material porque lo que había hasta ese momento, después de la disolución de la banda, que él (por José María Blanc) me trae, me incorpora, ya cuando estaban funcionando ellos tres nuevamente: Omar (López), Jorge (Antún) y él, yo ingreso a la banda y donde se empieza a dar forma de canción o de tema, de cosas, de composiciones determinadas.

José María Blanc: Entonces ya le dimos el cierre al tema. Y en poquito tiempo, porque fue bastante también, con suerte. A veces uno tiene ese toque de suerte porque iniciamos el primer concierto con Lito Nebbia, que vino a presentar, “Llegamos de los barcos”, acá en el teatro El Círculo. Hicimos de soporte y a los dos o tres meses, nos llamaron de Buenos Aires, que le grabemos un demo para ver si aceptaba RCA Víctor y se lo grabamos en esos cassettes vírgenes y se los mandamos. Increíble. Y a los 15 días nos llamaron para ir a grabar. Tuvimos un traspié, porque cuando llegamos a Buenos Aires, (esto es una anécdota), el turco (Antún) se llevó el Hammond, cargamos el CP-70, llevamos todo. Y resulta que llegamos allá, armamos la sala y entra Lito Nebbia, con toda la banda que tenía él. Los saludamos porque nos conocíamos y se fueron. Y viene el productor y nos dijo que íbamos a tener que dejar y regresar a Rosario porque Lito Nebbia había pagado 70 horas por adelantado. Con el turco estábamos medio desilusionados y tuvimos que volver con todo. Después pasaron como 20 días, nosotros estábamos re mal y nos volvieron a llamar para ir a grabar. En dos días Marcelo grabó todas las baterías. Así que después seguimos regrabando cosas. Y el último en hacerlo fui yo, que puse la guitarra y después la voz. Pero todo en un mes. Increíble ese disco. La importancia que tiene dentro del rock sinfónico es que fue grabado en un mes ese disco. Tiene cosas súper importantes a nivel musical.

-¿Tienen apego por algunos de sus discos en especial?

José María Blanc: Fueron diferentes épocas de la banda. A mí me gustan los tres discos, porque son tres etapas diferentes de la banda, donde en algún momento quisimos involucrarnos en hacer un poco de folclore sinfónico dentro de lo nuestro, que también salió nuestro himno, Sentido de Lucha, como dicen muchos, y fue una etapa muy buena. Así que ahora supongo que con Marce vamos a incorporar algunos temas folclóricos de la banda. Y a mí particularmente me gusta Triphonic, el disco más sinfónico que tiene la banda.

Marcelo Sali: Lo que marca quizá alguna diferencia notable es en la calidad de audio del primer disco a este último, si bien el último tampoco merece estar en el podio de los mejores grabados, pero sí superior a esa. Estamos hablando de muchos años atrás. Y nosotros éramos totalmente ignorantes en cuanto a las técnicas y los recursos para grabar, en cuanto a manejo acústico, si se quiere por ejemplo de la batería o cómo lograr ciertos planos y demás. Uno lo va aprendiendo con el tiempo. Pero en ese momento estábamos entregados a que el criterio de quien estuviera manejando la consola fuera el acertado. Y a mi criterio no fue de lo mejor. El disco yo creo humildemente, que pesa un poco más por lo que es su complejidad de instrumentación, su armonización y todo eso. Es como que se resumió mucho tiempo de Pablo el Enterrador y se logró capturar en ese disco.

Como una cuestión simbólica…

Marcelo Sali: Exacto. Entonces, eso yo lo traslado o lo proyecto a lo que sería ese material grabado con las técnicas de hoy en día y creo que podría ganar mucho más todavía. Pero tiene mérito propio quizá el tema de la composición, sus letras, el estilo quizá diferente a lo que se venía escuchando. No nos olvidemos de que junto con la salida de nuestro disco explotó lo que era el rock nacional. Ahí empezaron a aparecer grupos como Zas, Virus, el mismo Baglietto, que arrancó, toda una movida a la cual nosotros no pertenecimos del todo por el estilo justamente. No era algo totalmente digerible, no era algo que se podía consumir o pertenecer, al grupo de grupos que hacía un estilo un poquito más de radio. En la duración de los temas, todo eso no lo valorábamos demasiado porque nunca pretendimos ser un producto para vender. Asumimos los costos de esa definición.

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IMPORTANTE: La fecha que la banda tenía el viernes 13 de diciembre en la sala Star, se reprogamará para marzo del año que viene por cuestiones de fuerza mayor ajenos a la banda que están explicadas al final de la nota en el vídeo.

Gentileza foto: Peperina Rodríguez

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