El presidente Mauricio Macri trazó el camino en su discurso del 1 de merzo. Eligió el camino de lo que vino a hacer desde que se inició en política, pero además ató su suerte a un todo o nada. Encolumnado con él, luego de haber manifestado su política de buenas relaciones, el gobernador Domingo Peppo, en cambio mueve las fichas en los límites de ese camino.

 

Los dos dijeron poco. De Macri puede decirse además que eligió adversario para polarizar las elecciones. Lo sufre Sergio Massa. Casualidad a esa hora estaba en el Muro de los lamentos. Peppo no lo dijo, pero por esas horas preparaba el foco de la resistencia. No estaba solo. Ya sabía -aunque no lo dijo- que iba a desdoblar las elecciones. La pelea que le interesa a la provincia es la legislativa local, la nacional se la deja a Cambiemos.

 

En esa clave, poco importa quiénes sean los candidatos nacionales. Porque como había adelantado Clarín, para la elección nacional el macrismo teje alianzas no declaradas con los gobernadores peronistas más dóciles. Peppo es señalado como uno de ellos. Difícilmente una decisión como el desdoblamiento haya sido tomada sólo por el gobernador sin consulta con el intendente Jorge Capitanich y el presidente del Concejo de Resistencia, Gustavo Martínez.

 

Macri eligió confrontar como no lo había hecho antes. A un año de haber dado su primer discurso en el Congreso no pudo mostrar resultados sobre los tres ejes que había prometido trabajar. Narcotráfico, pobreza 0 y unión nacional. Por eso ahora sólo profundizó la brecha.

 

Carlos Pagni, columnista de La Nación analiza el mensaje del presidente. “Las palabras que se escucharon en la Asamblea Legislativa se inscriben en una crisis de la que el Presidente se propone emerger. Para volver del abismo, se aferró a la escalera más segura: la confrontación con el kirchnerismo”.

 

Ese abismo se abrió no por la herencia recibida. Es el propio Macri el que generó la caída de imagen de 10 puntos de su propio gobierno. Panamá Papers, Arribas-Odebretch, Correo, Avianca.

 

Ya no alcanza con poner marcha atrás y acude a lo que fue hasta ahora su garantía de gobernabilidad, profundizar la brecha.

 

En un año sin resultados, tanto nacional como provincial, el camino es exclusivamente político. Es por eso que tanto el presidente como el gobernador pueden ir al parlamento a leer consignas, balbucear cifras, desentrañar una realidad imaginada, una que los ciudadanos comunes no ven. El oficialismo (nacional o provincial) defiende el discurso como un fin en sí mismo.

 

Obligado por su política de buenas relaciones, no hay referencias en el discurso de Peppo de lo que fue el padecimiento chaqueño en ese 2016  a partir de las políticas nacionales, ni de lo que será este 2017, por el contrario con énfasis volvió a agradecer al gobierno nacional.

 

Como si de ese discurso alineado y alienado dependiera la concreción de las obras anunciadas, el gasoducto, el segundo acueducto, el segundo puente Chaco-Corrientes y la reiniciación de miles de viviendas paralizadas. Ni Rozas con un gobierno nacional peronista, ni Capitanich con Cristina Fernández dejaron más en evidencia que si algo se mueve en el Chaco en materia de obra pública es obra y gracia del gobierno nacional. Aunque ahora el Chaco tenga que pagar parte de algunas de esas obras mencionadas.

 

Además de todo ello, sólo el gasoducto no se paralizó en el primer año de gobierno de Mauricio Macri. No parece casual que sea la obra que llevará gas natural a la región central, y sólo de paso atraviese el nordeste que nunca en su historia tuvo disponible este tipo de energía.

 

Como Peppo en la Casa de Gobiero, la presidente de los Diputados, Elida Cuesta, amplió el espacio de vallado para aislar el parlamento. No sólo para el discurso de apertura del gobernador, incluso para la sesión del viernes último en donde lo más importante fueron los proyectos presentados para el desdoblamiento.

 

Apenas horas después se desató en todo el país en conflicto con la realidad. Con el sector docente y gremial en su conjunto y con el campo.

 

Apenas cuatro provincias rompieron los esquemas en el nuevo armado político nacional. Los gobernadores de Formosa, Gildo Insfrán y de Santa Cruz Alicia Kirchner, se animaron a criticar el primer año de gobierno de Mauricio Macri. Alberto Rodríguez Sáa de San Luis y Ricardo Colombi de Corrientes se permitieron romper el cerco del ofrecimiento salarial para sus empleados públicos. El correntino tiene otras urgencias, si bien no puede reelegirse, en la provincia vecina se elige gobernador este año.

 

Desdoblamiento

 

El gobierno prepara con la mayoría que tiene y el interesado apoyo de Libres del Sur modificaciones en las leyes de las PASO y en la de convocatoria a elecciones. Planea desdoblar y jugarse su chance a retener la mayoría en el parlamento provincial.

 

Si ahora que está a un diputado de lograr los dos tercios no puede aprobar el Presupuesto 2017, un resultado adverso en la elección parlamentaria tendría graves consecuencias en la gobernabilidad como lo ve el Ejecutivo.

 

Desenganchar las elecciones legislativas de las nacionales parece una estrategia de conjunto. Es imposible que la mesa que integran Peppo, Capitanich y Martínez no hayan coordinado este movimiento y de paso plantear el perfil de las elecciones que se vienen. El límite de la conformidad del PJ para estos comicios.

 

Que los dos últimos no hayan estado escuchando el discurso del gobernador no quiere decir nada. Parece no haberlo visto así, José Mongeló que buscó justificar el speech liviano de Domingo Peppo en contraposición con el que dió Jorge Capitanich en la apertura de sesiones del Concejo.

 

El intendente se permitió denunciar la falta de envío de fondos nacionales para obras en la ciudad. Mongeló salió a cruzarlo ¿era eso o un movimiento para acercar posiciones en busca de la reelección de su esposa, Celeste Segovia?. De paso, sentado en el directorio del Banco del Chaco, aclara que no tiene aspiraciones legislativas.

 

Falta todavía mucho trecho por recorrer, pero la señal de arranque, muestra un PJ preocupado por lo local exclusivamente y con Macri como presidente, eso no es poco.

 

La disputa gremial

 

En su único punto de diferenciación con el gobierno de Mauricio Macri, el de Domingo Peppo ya avisó que no descontará los haberes de los docentes que se plieguen al paro nacional de 48 horas.

 

La misma tesitura se aplicará con los que adhieran al paro nacional de la CGT. Aún así, los municipales de Resistencia que lograron el 34% ya avisaron que no van a parar.

 

El gobernador en boca de su ministro de Educación, Daniel Farías repitió la peor oferta de María Eugenia Vidal a los docentes. La gobernadora que permitió que Macri sea presidente en su primer planteo a los gremios docentes quiso otorgar 18% en cuatro cuotas. Obviamente se lo rechazaron. La represalia selectiva incluyó luego una persecución al dirigente de SUTEBA, Roberto Baradel.

 

Una simple división devela que 4,5% es justamente la cuarta parte de 18%. Ese pequeño aumento en los haberes de marzo, desde abril el gobierno intentaría igualar mes a mes el crecimiento del índice de inflación.

 

En el Chaco, la presidente del Comité Provincial, Elina Nicoloff, tuvo una de sus muy esporádicas apariciones para criticar la decisión de ATECH de parar. La política se une para enfrentar el reclamo de los gremios.

 

Con el modesto ofrecimiento a los docentes es fácil anticipar que habrá crisis también con el resto de los sindicatos públicos.

 

El resto de los trabajadores, gremios nucleados en las CGT, preparan también la embestida. Aún así, la tibieza de los dirigentes sindicales de la Confederación General del Trabajo está a prueba. Los camioneros, amenazan con irse.

 

Piquetes buenos y piquetes malos

 

Los pequeños productores habían sido siempre respaldados en la provincia. Esta vez el gobierno no quiere recibirlos. Probablemente porque no tenga respuestas. Ahora pidieron la renuncia del ministro de la Producción, Gabriel Tortarolo. El corte de ruta hizo que no lo acompañen ni aquellos que pidieron la misma dimisión cuando el ministro se había tomado vacaciones en Europa y el sudoeste era azotado por inundaciones.

 

Esta vez la política mira desde el costado la protesta rural que llevan adelante productores autoconvocados, Mujeres en la Producción y regionales zonales de Federación Agraria Argentina exclusivamente desde el punto de vista del piquete.

 

Hay también coincidencia en eso entre oficialismo y oposición –nacional y provincial-. Para la política de ambos lados hay piquetes buenos y piquetes malos.

 

Para el radicalismo en Cambiemos, el corte de ruta de 2008 de los productores era bueno. Ahora, el foco de protesta de la ruta 16 impide el tránsito.

 

Para el gobierno esa división entre piquetes buenos y malos se ve en el uso de la fuerza pública. A veces reprime, a veces tolera.

 

Pero si el timming del gobierno con el campo no sincroniza mucho menos con la industria. Cuando ya cerraron TN Platex, Pampero, Fibranor, y las cooperativas están en debacle con el desmote, se lanza la idea de una “emergencia textil”. Un proyecto de ley que tendrá largo debate, pero que de ninguna manera podría evitar la sangría en este sector desprotegido por el gobierno nacional. Porque el problema está justamente allá, en la Nación, y contra ella la provincia no quiere confrontar.