Las consecuencias de la decisión del radicalismo y del PRO, acompañado por votos ultraderechistas y también de la izquierda de “voltear” el presupuesto 2022 no se relacionan exclusivamente con la severa afectación que importa para el gobierno nacional en el desarrollo de su plan de obras públicas.

Al respecto se manifestaron los gobernadores de las provincias, los legisladores que llegan del interior al Congreso y otros dirigentes políticos. Sin embargo, es evidente que la decisión de esta oposición irracional no apunta a afectar las acciones políticas del gobierno del Frente de Todos, sino directamente a complicar el panorama de la Argentina en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

Es también evidente que el PRO que responde a Mauricio Macri y su partido incondicional, la UCR, coordinan sus acciones en la facilista interpretación de que el retorno del ex presidente de Cambiemos a la Casa Rosada permitiría arreglar con el Fondo “en cinco minutos”.

El radicalismo que presentó las elecciones legislativas de noviembre como el resurgimiento del partido como alternativa amaneció en la nueva conducción que encabeza el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, con un gesto que lo debilita. No sólo como autoridad partidaria, sino también como posible candidato presidencial.

Morales que ha desarrollado su campaña interna denunciando la intromisión de Horacio Rodríguez Larreta a través de la pata que representa dentro de la UCR el Senador, Martín Lousteau. Sin embargo, su primera actividad como nuevo titular del Comité Nacional ha sido acudir a la casa del ex presidente Macri, como gesto político.

Tiene razón el gobernador jujeño en la concepción de lo que representa Macri como ex presidente puertas adentro de Cambiemos, pero la casa particular del ex jefe de Estado no representa un gesto de unidad que se quiere graficar.

Esto tiene íntima relación en lo ocurrido al momento de “voltear” el presupuesto nacional de 2022 en la Cámara de Diputados. Esa acción cuestionada duramente por la Coalición Cívica es manufactura directa de los sectores más duros del PRO que todavía siguen llevando del ala al “Centenario partido”.

Las inconsistencias del radicalismo son extremas y la reiteración de ellas ha transformado a la UCR en la referencia más clara de un bipartidismo fuerte en la Argentina a una expresión minoritaria que lentamente, pero sin pausa se encamina a dejar de ser alternativa de poder.

En la provincia del Chaco, horas antes de votar, el diputado nacional Gerardo Cipolini, presentaba ante los medios el planteo de la necesidad de que algunas obras fueran incorporadas al Presupuesto 2022, entre ellas la autovía Resistencia-Sáenz Peña. Sin embargo, a la hora de votar, el ex intendente de la Termal se mostró disciplinado al momento de acatar la decisión de “voltear” la ley de leyes.

Otra de las recientes incorporaciones, el intendente en licencia, Juan Carlos Polini, hizo campaña en su pueblo registrando fotografías de obras que se hicieron con fondos nacionales en su localidad gestionadas por el gobierno de la provincia, pero ahora también se disciplinó votando el rechazo.

Es probable que la mayoría todavía no haya entendido las implicancias de la decisión de la oposición en el Congreso. El debilitamiento infringido al país en plenas negociaciones con el FMI. La Coalición Cívica que lidera la chaqueña Elisa Carrió alertó "no vamos a boicotear un acuerdo con el FMI porque la Argentina no resiste más inestabilidad económica".

Sólo que la Coalición Cívica es la parte más reducida de Cambiemos. Quizás la que menos capacidad tenga de encabezar una fórmula presidencial, por tanto, los que tienen la chance, el radicalismo y, especialmente el PRO, están haciendo otro juego.

Se acusa a Máximo de Kirchner de haber dinamitado la chance de enviar nuevamente el proyecto a Comisión. En el escenario político actual, en el que cuando conviene el macrismo (UCR y PRO) se acercan a Javier Milei y cuando no se alejan, no hay elementos en el discurso del jefe de la bancada mayoritaria para rasgarse las vestiduras.

Pero la realidad se está reconstruyendo en la Argentina. Si la mayoría de los medios lo dicen, si la absurda interpretación se repite sin pausas en las redes sociales, mucha gente lo creerá. De ahí a la verdad hay un trecho.

Fue el argumento encontrado para enfrentar la responsabilidad que le incumbe a esta oposición por haber “volteado” el presupuesto 2022, algo que sin ambages había revelado el diputado radical Martín Tetaz 24 horas antes en los medios de comunicación. Ese era el objetivo y lo consiguieron.

Este es el panorama que se avecina. Una serie de fuertes ataques desde diferentes flancos en los que la desprestigiada Corte Suprema de Justicia hace lo suyo a partir de la declaración de inconstitucionalidad de la composición del Consejo de la Magistratura.

El partido judicial obtiene así protección y habiendo sido el responsable del encaramamiento de Mauricio Macri como presidente, ha vuelto a poner en marcha la maquinaria para devolverlo a ese lugar. Será él, será Rodríguez Larreta, lo que no cambian son los modos y eso pasa, lo que está detrás es el “poder real”, al que no le interesa el país, mucho menos todos sus habitantes.