El gobierno provincial dio un fuerte impulso al plan de vacunación a menores de 60 años y apuntó de lleno a las personas que, teniendo factores de riesgo, componen la población económicamente activa.

El dato es de suma importancia porque se trata de la primera medida que permite generar expectativas en la población en general que debería mover la actividad económica en medio de la pandemia. Tras la larga cuarentena aplicada en 2020 los índices mejoran tras el rebote económico y la preocupación del gobierno al momento de anunciar restricciones para esta frenética segunda ola pasa justamente por no frenar esa incipiente reactivación.

Es en esta franja de vacunación en donde deberían ingresar aquellos sectores que hoy plantean fuertes reclamos para ser declarados prioritarios. Los casos más conocidos en la provincia, son los de los trabajadores de funerarias, los docentes o incluso los periodistas.

La inconclusa vacunación al sector docente, en rigor, fue la confirmación de que la oportuna decisión del Consejo Federal de Educación tuvo un desagradable tufillo demagógico. En un momento en que está iniciado el año electoral, todos se pelean por demostrar que la educación es una prioridad, porque nadie está dispuesto ahora a reconocer cuáles fueron las condiciones en las que durante el 2020 se dictaron clases.

Los maestros se niegan a aceptar mansamente que se diga el año pasado no hubo clases. Para los niños fue también traumático, pero sólo quienes no esperaban la segunda ola pueden decir con una alienada facilidad que la educación no admite restricciones.

Y si admite restricciones, hay diferencias con la prestación de otros servicios que brindan, por ejemplo, gremios como los empleados de comercio, los camioneros, los recolectores de residuos, pequeños comerciantes, y tantos otros que nunca pararon, ni aún en los tiempos en que la cuarentena fue muy rígida.

Tal vez por eso el gobierno provincial dejó inconcluso, además de que no existen la cantidad de dosis necesarias para afrontar la vacunación para ese sector, la inmunización para los maestros, aunque como en otros sectores priorizados, empezaron por los cargos directivos, por ejemplo la Justicia provincial.

Fuera del sector salud o el de seguridad, hay mucho para discutir respecto de las prioridades en un contexto de escasez de oferta de vacunas. Lo principal ahora es la contracción de todas las fuerzas para conseguir nuevas dosis. En ese sentido resultan muy positivos algunos anuncios, como la posibilidad de que terminen envasándose en nuestro país vacunas Sputnik V o Sinopharm, en laboratorios nacionales. Esa producción podría solucionar rápidamente el problema de la escasez.

De todas maneras, eso no borra que el proceso haya tenido idas y vueltas. Algunas en las que los organismos estatales no tienen responsabilidad. El caso paradigmático es la situación generada con la provisión de AstraZeneca que ya debió haber aportado cerca de 7 millones de dosis que nunca llegaron, cuyo antígeno se produjo en la provincia de Buenos Aires y que están retenidas por los Estados Unidos a donde fueron obligados a enviar para su envase por restricciones comerciales que sufrió México.

O la interrupción de las vacunas aportadas por China que prohibió la salida de dosis de su país porque quiere avanzar en la inmunización de sus ciudadanos para las celebraciones del Centenario de creación del Partido Comunista Chino. O las condiciones leoninas que impuso Pfizer para contratar dosis que tampoco estaba garantizado que llegaran.

Pero hay cuestiones en las que la provincia ingresó sola. La página “Elijo vacunarme” donde se inscribieron voluntarios comenzó a moverse en los últimos días de abril, cuando la provincia ya había avanzado fuerte en la vacunación de los mayores de 60 años.

Un sitio creado para quienes decidieran colocarse voluntariamente la vacuna, pero sin que se impusiera que los voluntarios debían tener alguna comorbilidad y por ello consiguió desde su apertura a fin de 2020 cerca de 15 mil voluntarios.

El sistema les otorgó turno a todos y cuando ya estaban dados y con ello la expectativa de que al fin llegaría el alivio para muchos que estaban esperando, contra aquellos que directamente negaban la enfermedad, o ponían en duda la eficacia de las vacunas (por ello no se registraron), el Gobierno provincial retrocedió sobre sus pasos y estableció nuevos requisitos para depurar y eliminar a buena parte de la lista.

Aun así, algunos de los voluntarios que no tenían enfermedades de base -con derecho- consiguieron vacunarse en los primeros días antes de que el sistema se restringiera. Algunos de ellos, con las dosis colocadas quedaron en un limbo estadístico, que todavía no está resuelto.

Otros, que se inscribieron después del 26 de abril pasado con las comorbilidades exigidas, ya tienen turno para los primeros días de mayo. Todos con la vacuna Sputnik V que es la única que hoy llega con regularidad al país y sin contar con las 765 mil nuevas dosis que arribaron el país el 30 de abril último, cuando se repartan éstas, más turno podrán darse. Y si efectivamente se cumplen los anuncios sobre producción nacional, mucho mejor.