Forrar de papel de aluminio la tabla de planchar es un recurso económico y sencillo para ordenar más rápido y darle un giro a tu rutina de planchado.



Planchar la ropa no tiene por qué ser una tarea tediosa y consumir horas de tu tiempo. Aunque no te apetezca nada la idea de pelear con la tabla, la plancha y las arrugas, si aplicas algún que otro truco, implementarás técnicas eficientes, fijarás una rutina más estratégica y reducirás el tiempo que dedicas al planchado.

Prepara el espacio con todo lo necesario -tabla de planchar, plancha, cesto de la ropa, perchas, etcétera-, dale un uso razonable al vapor -se puede convertir en un gran aliado contra las arrugas- e implementa este truco: forrar de papel de aluminio la tabla de planchar.

Si mides la largada de tu tabla de planchar, y cortas un trozo de papel de aluminio que tenga el mismo tamaño, puedes colocarlo sobre la tabla y arremeter las puntas para que quede toda la superficie cubierta. Después, solo tienes que planchar encima.

Al planchar directamente la prenda sobre el papel de aluminio, lo que consigues es que el vapor y el calor que desprende la plancha, atraviese la ropa arrugada y que cuando llegue al papel de aluminio, rebote y vuelva directamente hacia la prenda de ropa. Con este truco se plancha la prenda por las dos caras al mismo tiempo de una sola pasada.

Este truco para planchar más rápido gracias al papel de aluminio es debido a que es un material impermeable a la humedad y al vapor, una propiedad que le permite formar un sello hermético. Además, el papel de aluminio tiene una buena conductividad térmica, por lo que transfiere el calor de forma eficiente.

El truco es muy sencillo: es un material maleable, fácil de colocar, y de común acceso. Probablemente, lo tengas en casa y le das un uso alimentario. Si no es el caso, lo puedes adquirir por un precio muy económico en cualquier superficie comercial o colmado de proximidad.

Además, le puedes dar otros usos al papel de aluminio porque es un material al que se recurre en diferentes trucos como en este para ahorrar en calefacción o este otro para eliminar el encrespamiento del pelo.

Si no quieres forrar la tabla de planchar cada vez porque incrementarías tu tiempo de dedicación, pero tampoco te parece atractiva la idea de ver siempre tu tabla de planchar brillante y resplandeciente, tienes una opción.

La idea es que retires la funda de tela con la que normalmente vienen las tablas de planchar comunes para forrar de papel de aluminio la superficie -metálica o de madera-. Cuando te asegures de que toda la base está cubierta de este material, solo tienes que colocar de nuevo la funda de tela.

De este modo conseguirás mantener la tabla de planchar siempre forrada de papel de aluminio -por lo que solo invertirás tiempo una vez en prepararlo todo- y también tendrás visualmente la tabla de planchar de siempre.