Política

Paso de los Libres: La trama

La designación de Beatriz Moreira como Presidenta del Concejo Deliberante, agrietó la interna del Frente de Todos y evidenció los problemas del oficialismo para construir poder político propio en su tercer año de gobierno. El PJ se quedó con las manos vacías. El bloque de ECO que sigue siendo minoría volvió a ser árbitro en la elección. Por otra parte, se confirmó, que se trató de una decisión política, no transmitir en vivo la sesión especial, en la cual se eligieron las autoridades. Cruces y acusaciones entre los concejales que eluden la responsabilidad de la “mamarachesca” determinación.
Cada 10 de diciembre parece ser un karma para la alianza gobernante local.

Esta vez, por segundo año consecutivo, el oficialismo no pudo lograr de manera consensuada un candidato/a para la Presidencia del Concejo Deliberante.

Lo cierto es que la intransigencia de Beatriz Moreira (Cambio Popular) por sostener su propósito de llegar a la Presidencia del Concejo Deliberante, obligó al Bloque del Frente de Todos, a acompañarla, y así evitar una derrota estrepitosa, nuevamente en manos de ECO, como el año pasado, cuando fue consagrada Pamela Fernández.

La reunión llevada a cabo a primera hora de ayer, entre el bloque oficialista con el intendente Martín Ascuá, fue tensa, hubo reproches, en especial entre el Jefe Comunal y Beatriz Moreira.

Por primera vez se lograba reunir a toda la bancada oficialista de manera completa para hablar sobre la elección, todos los intentos anteriores habían fracasado.

La idea que primaba en la mayoría del bloque, de extracción peronista, era acompañar a Diego Figueredo (PJ).

Pamela Fernández (Frente Renovador) también sostenía su candidatura, pero no encontró nunca eco ni en el bloque oficialista, ni en el opositor.

Beatriz Moreira arremetía por segunda vez en su intento de llegar a la Presidencia del órgano deliberativo. En esta oportunidad había iniciado negociaciones subterráneas con ECO.

Los intentos de Martín Ascúa, fueron infructuosos para intentar convencer a la edil Liberal.

Ascúa había llegado tarde una vez más. Moreira tenía sellado el acuerdo con el Bloque de ECO para que la acompañen y buscaba el aval de sus pares oficialistas, para lograr unanimidad.

La tejedora del acuerdo con Moreira, fue Ana Miño (Proyecto Corrientes).

Cuentan que parte del acuerdo, consistiría en que Moreira favorezca a ECO con alguna presidencia de Comisión y otros pactos que no trascendieron.

El equilibrio no será fácil, basta remitirse a la experiencia de Pamela Fernández, pero eso será motivo de otro análisis.

Luego, en el momento de la votación, el Frente de Todos sospechó siempre de un acuerdo que jamás se materializó entre ECO y Pamela Fernández.

La sesión prevista para las 10 hs, comenzó pasadas las 11, por la irresuelta interna del Frente de Todos.

Beatriz Moreira fue a la sesión sin acordar nada con sus pares del oficialismo, a excepción de Adriana Fernández (Unidad Ciudadana), que formaba parte del acuerdo, más tarde sería designada Vicepresidenta Primera.

Ante la inminente imposibilidad de designar Presidente, Celeste Ascúa (PJ), intentó negociar con ECO, la Vice- Presidencia Primera para Cesar Bares (PJ). Diego Figueredo se iba corriendo silenciosamente del centro de la escena, al ver truncada sus chances.

En ECO analizaron la propuesta y la rechazaron totalmente. La negativa tuvo un objetivo simbólico, dejar afuera de todo al PJ, aprovechándose de la debilidad del Frente. Adriana Fernández seguía en carrera y Mónica de Gaetano (UCR), sería la Vicepresidenta Segunda. Para el bloque opositor era importante que alguien perteneciente a la Unión Cívica Radical, forme parte de la Mesa Directiva. Buscaban contraponer la presencia de la UCR con la ausencia del PJ.

A la hora de votar, Miño mocionó a Beatriz Moreira para presidenta, y completó la terna con Adriana Fernández y Mónica de Gaetano.

El oficialismo, no tuvo alternativa, sabía que mocionar a Cesar Bares para la Vicepresidencia Primera, y someterse a una votación, era ir a una derrota segura y partir aún más el bloque, entonces como salida elegante prefirió acompañar la moción de Ana Miño, ungiendo de forma unánime a Beatriz Moreira.

Una estratagema bien lograda por ECO, fue no aceptar la Vicepresidencia Primera para ninguno de los suyos. El razonamiento que prevaleció, era que una sesión que faltase la flamante Presidenta Beatriz Moreira, por cualquier motivo, deberá reemplazarla Adriana Fernández, dejando al oficialismo en minoría en el recinto, 6 a 5.

ECO en minoría (6) no tenía nada que perder, y logró una pequeña victoria. El Frente, con mayoría (7) evitó una derrota estruendosa, pero quedó con sabor amargo.

Una vez más, el PJ principal partido de la alianza gobernante se quedaba sin nada, y Ascúa perdía una nueva posibilidad de alinear la tropa.

La fractura “maquillada”, evidenció una vez más los problemas para solidificar la alianza gobernante y la endeble construcción de poder político demostrada, en tres años de gobierno municipal. Se tiene el gobierno, pero no el poder.

Algunas preguntas de quien escribe esta nota, ¿de qué le sirvió al Frente de Todos, el triunfo electoral en octubre del 2019, en el cual, se alzó con 4 de las 6 bancas que estaban en juego en el Concejo Deliberante?, ¿De qué valió el esfuerzo de la mayoría propia, si aún la llave para convalidar o no los acuerdos, la sigue teniendo ECO?.

Por otra parte ¿Qué avances significativos “políticamente” hablando, implicó la creación de la Dirección de Políticas Parlamentarias, creada y anunciada con bombos y platillos a finales del año pasado por la actual gestión municipal, para mejorar la relación con el Concejo Deliberante?.

Las respuestas consistentes no aparecen a juzgar por los resultados. Es la política la que sigue fallando.

En otro orden de cosas, varios concejales confirmaron a esta redacción, que existió la decisión política de no transmitir en vivo la sesión especial, de elección de autoridades, sin embargo cada fuente consultada tiene su propia versión de los hechos.

Para los concejales del oficialismo y la oposición, la que impidió la transmisión de la sesión, fue la ex presidenta, Pamela Fernández. Ésta a su vez responsabilizó al resto de los concejales que tomaron la decisión de manera consensuada, con la discrepancia de ella. NADIE FUE.

Dos cosas para puntualizar, la responsable de tomar las decisiones de manera ineludible era Pamela Fernández, por el cargo que desempeñó, pero también es importante subrayar que ningún concejal objetó públicamente la “mamarrachada” cometida. Todos callaron, y unos pocos la justificaron con mentiras.

Jamás en la historia del Concejo Deliberante, una ceremonia, que debió ser pública, se convirtió escandalosamente en privada.

Todos entendemos en el ámbito periodístico, que la presencia de prensa y público en general, no era posible por las medidas de seguridad sanitarias tomadas, pero sí podía realizarse perfectamente la transmisión en vivo. Pero a nadie le importó ya que nadie quiso quedar expuesto.

La idea fue pergeñada, ya que si se hubiera actuado de buena fé, se hubiese avisado con anticipación a los medios de comunicación sobre la decisión tomada. Pero se esperó intencionalmente hasta minutos antes de iniciar la sesión, para hacer trascender que no se realizaría la transmisión, sin ninguna explicación oficial coherente. El peor de los ejemplos dado por los representantes locales, en el Día de la Democracia.

No hay dudas, que todo lo ocurrido es la antesala de lo que será la elección del 2021, chicanas, aprietes, discursos verborragicos, intrigas y traiciones, hasta ahí estamos acostumbrados… lo preocupante es el triste deterioro de la calidad institucional, que día a día se acentúa y divorcia a la clase política de la sociedad. Confirmado.com.ar

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