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Polémica por la decisión del primer ministro británico de retirar el retrato de Thatcher en Downing Street por «inquietante»

En el corazón de Downing Street , un lugar que ha sido testigo de las decisiones más trascendentales en la historia del Reino Unido , un simple gesto ha desencadenado una tormenta política y mediática. Keir Starmer , actual primer ministro, ha ordenado la retirada de un retrato de Margaret Thatcher que colgaba en el número 10, una decisión que ha provocado reacciones furiosas desde las filas conservadoras y que ha despertado, innecesariamente, a los fantasmas de la polarización política británica. La obra, valorada en 100.000 libras (unos 118.000 euros) y pintada por el renombrado retratista Richard Stone , había sido un testimonio de la influencia de la Dama de Hierro en la residencia oficial de los primeros ministros británicos. Sin embargo, este tributo a la exlíder conservadora ha sido retirado apenas semanas después de que Starmer asumiera el cargo, con la justificación de que la imagen le resultaba «inquietante».Encargada en el 2009 por el entonces premier Gordon Brown , la pintura fue un homenaje inesperado a Thatcher por parte de un líder laborista . A pesar de sus diferencias ideológicas, Brown reconoció la importancia histórica de la primera mujer en ocupar el cargo de primer ministro, refiriéndose a ella como una «política de convicciones». La pintura de Thatcher, que la mostraba en el apogeo de su poder poco después de la Guerra de las Malvinas en 1982 , fue desvelada en una ceremonia privada en la que la propia Thatcher se describió «honrada» por el reconocimiento. En aquel momento, el gesto de Brown fue visto como un símbolo de madurez política y de reconciliación con una figura que, aunque divisiva, transformó profundamente al país.Según Tom Baldwin , biógrafo de Starmer, el premier decidió que el cuadro debía ser retirado porque lo encontraba «inquietante». Baldwin relató el episodio durante un evento en el festival literario Aye Write en Glasgow, donde explicó que Starmer lo había llevado a la sala donde colgaba la pintura, conocida informalmente como la «Sala Thatcher». Mientras ambos observaban el retrato, comentó: «Es un poco inquietante tenerla mirándote desde allí, ¿no?». Cuando Baldwin sugirió si consideraría quitarlo, el premier dio su aprobación silenciosa. Después, la obra desapareció de las paredes de Downing Street.Noticia Relacionada estandar Si Alemania y Reino Unido anuncian un nuevo tratado bilateral Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín El objetivo del viaje de Starmer a Berlín y a París es comenzar a recomponer las relaciones con los países europeos tras el BrexitLa reacción a esta decisión no se hizo esperar. Para muchos conservadores, la retirada del retrato es un acto cargado de significado político. Jacob Rees-Mogg , una figura influyente dentro de los tories, describió el movimiento como «mezquino» y lo acusó de ser indigno de un primer ministro que debe representar a toda la nación, no sólo a su facción política. «Es un comportamiento impropio de alguien en su posición. Margaret Thatcher no es sólo una figura del pasado conservador, es una parte fundamental de la historia moderna del Reino Unido», afirmó con indignación. Para algunos críticos, esta decisión fue un intento de apaciguar a los sectores más izquierdistas del Partido Laborista . «Es una señal para la izquierda radical, un mensaje de que Starmer está con ellos en su rechazo a Thatcher», comentó Iain Duncan Smith , exlíder del Partido Conservador.El pasado diciembre, Starmer fue objeto de críticas por parte de miembros de la izquierda de su partido después de elogiar públicamente a Thatcher por haber traído «cambios significativos» al Reino Unido, en un intento por atraer a los votantes conservadores . Sus declaraciones suscitaron una airada respuesta de los líderes sindicales y los parlamentarios más a la izquierda. «Margaret Thatcher deliberadamente infligió desempleo masivo y pobreza en nuestras comunidades», recordó Matt Wrack , secretario general del Sindicato de Bomberos. «Sus políticas han dejado cicatrices que todavía son visibles en el Reino Unido de hoy», añadió.Sin embargo, algunos quitan peso a la controversia. Angela Smith , responsable de educación en la sombra, desestimó la polémica como una distracción. «Starmer no puede ganar con Thatcher», comentó en una entrevista televisiva. «Hace unos meses lo criticaban por elogiarla, y ahora lo critican por retirar su retrato. Hay temas más urgentes en la agenda política del país que la ubicación de una pintura».

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