Los productores sacaron los animales de las zonas afectadas, pero deberán vender a un precio mucho menor. El sector agropecuario -acostumbrado a las malas noticias- venía terminando el 2015 de la mejor manera.
La baja/eliminación de las retenciones y la devaluación dispuesta por Mauricio Macri colocaron a los productores en una posición inmejorable.
Sin embargo, las inundaciones registradas en los últimos días en varias zonas del Litoral tuvieron su efecto y volvieron a golpear con fuerza al campo. En este caso puntual el sector afectado es la ganadería cuya producción se realiza de manera considerable en islas.
Según un relevamiento realizado por La Política Online con varias fuentes del sector, en total habría alrededor de 2 millones de cabezas en riesgo por la crecida del río Paraná en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Chaco y Formosa.
La provincia de Entre Ríos se llevó la peor parte. Allí se estima que hay entre 800 mil y 1 millón de cabezas presentes en las zonas de islas del curso inferior del Paraná, sobre un stock ganadero total de 4,5 millones en el territorio provincial.
“Los productores están más organizados que otros años y la gran mayoría adoptó la gimnasia de ir retirando los animales antes que el río alcance niveles de alerta máxima”, comentó a LPO Jorge Chemes, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
“La situación es muy comprometida porque la ganadería en Entre Ríos es importante en las zonas de islas”, explicó el ex diputado nacional. “En lo que respecta a la agricultura no hay grandes daños porque se produce en campos altos”, agregó el entrerriano.
El foco rojo
En la zona entrerriana de La Paz -una de las más comprometidas- se espera una cota de 6,30 y 6,61 metros para el próximo lunes 28 de diciembre y sábado 2 de enero respectivamente (actualmente superó los 6,00 metros).
Así, otras regiones ganaderas de Entre Ríos que también fueron afectadas seriamente por las inundaciones son Gualeguay, Gualeguaychú, Paraná, Ibicuy, Santa Elena, Cerrito, Hernandarias, Villa Urquiza, Villa Paranacito y, por supuesto, Concordia, entre otras.
Por su parte, en el área de influencia de la ciudad de Santa Fe se proyecta una cota de 5,52 metros para pasado mañana (actualmente superó los 5,00), mientras que el 2 de enero podría llegar a los 5,71, según un informe del Instituto Nacional del Agua (INA).
Asimismo, en Barranqueras (Chaco) y Goya (Corrientes) la altura del río superó el nivel de alerta máxima vigente en 6,00 y 5,20 metros respectivamente y se encuentra actualmente en niveles de evacuación. De hecho para el lunes se espera que alcance los 6,30 y 5,94 metros.
En Formosa, por su lado, el parte lo dio el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, quien recorrió este sábado diversas zonas inundadas en la localidad de Clorinda (limítrofe con Paraguay) e informó vía Twitter que hay unos 2 mil evacuados.
En este contexto, la Secretaría de Coordinación y Desarrollo Territorial del Ministerio de Agroindustria recomendó a los productores ganaderos de las zonas afectadas coordinar el uso de las balsas y barcazas con anticipación para evitar el exceso de demanda.
También aconsejó priorizar el destino de vientres, terneros y categorías en proceso de terminación a campos receptores para el sostenimiento de la capacidad de producción, además de apresurar las ventas de los animales avanzados en el proceso de terminación.
El tema es que hay productores ganaderos que por diversos factores decidieron no retirar la hacienda de las islas. En estos casos los especialistas prevén que haya mortandad de animales aunque por el momento resulta imposible estimar la cantidad.
De todas maneras, en la mayoría de los casos los productores retiraron el ganado de las zonas comprometidas, aunque lo más probable es que deban malvender en los próximos días por el alto costo de mantenimiento en feedlots o campos ajenos en tierra firme.
Por tal motivo, en el sector algunos prevén que caiga el precio de la carne una vez que toda esa oferta de animales que salió de las islas (alrededor de 2 millones en total) se vuelque al mercado sumado a la baja estacional que se produce una vez finalizadas las fiestas.