Él autoconocimiento permite llevar una vida más plena, más satisfactoria en relación con uno mismo, con los demás, con él entorno y sus circunstancias.
El autoconocimiento promueve la búsqueda de la verdadera naturaleza de uno mismo, de modo qué esto representa el conocimiento de uno mismo; comprende la capacidad de introspección para conocer en profundidad nuestras emociones, cualidades, habilidades, defectos, amenazas, limitaciones, fortalezas, potencial y talento natural.
Se interesa en cultivar el identificar cuáles son los deseos y emociones reinantes que habitamos.
Fomenta el aprendizaje de la correcta gestión emocional junto a los comportamientos empáticos, proactivos, productivos, creativos y originales.
Disipa la necesidad de complacer las expectativas que otros tienen de nosotros.
A su vez faculta para llegar plenamente a la creación de una autentica identidad personal.
En la profundización de uno mismo, las exploraciones y observaciones deben ser lo suficientemente reflexivas y profundas para llegar a un adecuado autoconocimiento.
Desde mi opinión y experiencia, no es lo mismo recibir acompañamiento por un profesional especializado en la materia, qué transitar él proceso solo; por tal motivo me encuentro a disposición.
Él autoconocimiento se da mediante un proceso que puede durar toda la vida, nos permite crear e ir construyendo una identidad personal, en qué vamos adquiriendo la noción del Si mismo o Self; sabiendo que, como seres humanos -evolutivos qué somos- podemos cambiar y mejorar.
El autoconocimiento está relacionado con la inteligencia emocional, es uno de los factores más importantes para el desarrollo personal y bienestar emocional.
El proceso de autoconocimiento tiene varias fases:
1. Autopercepción: Es quien me digo que soy. Son los lentes que uso para definirme, es la auto apreciación junto a la actitud que manifiesto frente a las circunstancias.
2. Autoobservación: Es el cómo me observo y registro. Implica el reconocer a través de una serie de procesos; ej.: en decisiones, el andar, comer, dormir, en la comunicación con las demás personas, el nivel emocional, así como las respuestas psicofisiológicas ej.: sudoración, latidos del corazón etc.
3. Memoria autobiográfica: Es el relato y la historia qué me cuento y permite construir un sentimiento de identidad, aquí se construye la historia biográfica que contiene “todos” los recuerdos y significantes de los eventos pasados en la vida de la persona.
En esta memoria se incluyen vagas descripciones y opuestamente explicaciones detalladas de eventos en las que hay bastante información sobre pensamientos, emociones y sensaciones experimentadas en aquel momento.
4. Autoestima: Es la aceptación de mi identidad y valoración que hago sobre mi persona a través de una observación “objetiva” que, a decir verdad, en las generales de la ley, no es tan objetiva.
La autoestima se va modificando a lo largo de la vida; manifiesta qué tan conforme estoy conmigo mismo, de acuerdo a ese auto concepto limito o no mi felicidad y potencial.
5. Autoaceptación: Se trata de la capacidad de aceptación personal, tal cómo uno está siendo.
Es una invitación a tomar consciencia desde una perspectiva optimista y amorosa de las virtudes y defectos personales, dejando de lado las creencias limitantes.
La importancia de conocerse a uno mismo:
Uno de los beneficios del autoconocimiento es qué favorece a aceptar la realidad de manera positiva y esperanzadora.
Teniendo en cuenta qué somos seres emocionales también él autoconocimiento enseña a gestionar las emociones y sentimientos en todo tipo de situaciones, especialmente en los complicados, inciertos y difíciles.
Permite alcanzar objetivos, metas propuestas, conseguir mejoras y logros personales, cómo laborales y sociales.
A través del autoconocimiento se incentiva la mejora del bienestar integral y salud en general, esto está directamente relacionado con la inteligencia emocional.
¿Sabías qué muchas veces nos sentimos mal, sufrimos o enfermamos, porque no sabemos cómo gestionar las circunstancias qué nos tocan vivir?
Y lo más lamentable es que seguiremos repitiendo las mismas experiencias, hasta no modificar la manera de pensar, sentir y actuar.
Mediante una adecuada gestión del autoconocimiento se logra la “autoaceptación”, con esto se disipan las frustraciones, la sensación de fracaso, el estado de decepción qué trae malestar y estrés; pudiendo llegar a un estado de confianza, seguridad, satisfacción, armonía con el entorno, tranquilidad, paz mental y espiritual.
Para cerrar la nota concluyo: Si queremos un mejor “hacer”, un mejor “tener”, un mejor “estar” en nuestra vida, debemos conocer al hacedor: “Uno mismo”
El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda sabiduría. -Aristoteles-
Te mando un beso inmenso TG
IG Tona Galvaliz.
FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.