Internacionales

¿Por qué los aranceles de Trump son más un fin en sí mismos que un medio?

En el tesauro de Donald Trump, «arancel» (tariff) es la palabra más hermosa en la lengua inglesa. No es un secreto que concibe el libre comercio como un juego de suma cero, en el que no existen beneficios mutuos porque las ganancias de unos son las pérdidas de otros. Su punto de partida es que el acceso al mercado americano es un privilegio y que sus socios comerciales ponen en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos al abusar de lo que él califica como una de las economías más abiertas y menos proteccionistas del mundo. Como otras tantas medidas materializadas durante estas dos primeras semanas frenéticas, la guerra comercial planteada por Trump no es exactamente impopular, por lo menos en EEUU. Entre los perdedores de la globalización y los más perjudicados por la crisis financiera del 2008, se ha cimentado todo un consenso transversal de desigualdad contra el libre comercio. Para la izquierda más empecinada se trata de una idea que se le ocurrió a Franco en una tarde especialmente fas…tidiosa. Y para la derecha más populista forma parte del arsenal de las élites globalistas contra el pueblo bueno, muy bueno. Los aranceles son para Trump más un fin en sí mismo que un medio para negociar. Con ellos quiere luchar contra la devastadora epidemia de fentanilo, la inmigración irregular, las exportaciones de China y gobiernos no afines. Y aunque causen «cierto dolor» a corto plazo, aspira a financiar como en el siglo XIX –su siglo favorito– el presupuesto federal. Y ya puestos, fracturar el sistema de comercio mundial y desmantelar el orden económico creado tras la Segunda Guerra Mundial bajo el principio de lo que era bueno para los aliados de EEUU era muy bueno para EEUU. Con los aranceles, Donald Trump demuestra que quiere todo. En lo que se podría llamar la doctrina de los Village People, él quiere a la vez ser el cowboy, el indio, el obrero de la construcción, el policía, el militar y el motero más macarra.

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web