La fuerte corrección cambiaria que provocó el golpe de mercado de divisas desde los últimos días de abril hasta fines de septiembre, fue clave para provocar un punto de giro en el resultado mensual del intercambio comercial argentino, tras 20 meses consecutivos con déficit alimentado por un fuerte impulso de las importaciones.
La devaluación del peso en un 50%, equivalente al salto del tipo de cambio entre extremos en un 100%, en apenas 5 meses, tuvo su efecto inmediato sobre la desaceleración de las compras en el exterior de bienes de todo tipo, tanto para consumo como para el proceso productivo e inversión.
Mientras que en el caso de las exportaciones la reacción expansiva se observó en los bienes industriales, y en particular en la rama energética, al comenzar a madurar las primeras inversiones llevadas a cabo en el reservorio de Vaca Muerta, pero en el total, aún persiste el efecto contractivo derivado de la baja de los precios internacionales del complejo agropecuario y la menor oferta de la última campaña agrícola.
Eso es lo que volvió a reflejar el informe del Indec del Intercambio Comercial Argentino que cerró con un superávit de USD 277 millones, en contraste con un rojo de USD 927 millones de un año antes.
El Indec comunicó que la suba del 1,4% del total de los ingresos de divisas por exportaciones se sustentó en el salto del 31% en el rubro combustibles y energía, pese a que las cantidades despachadas apenas se elevaron 4%. Mientras que despachos de manufacturas de origen agropecuario se generaron 4,4% más.
Por el contrario, en el caso de los productos de origen industrial se observó una baja de 3,4%, pese a que en volumen se expandió 3,6%; y en los primarios, en cambio, se anotaron sendas declinaciones en valor y cantidad de 3,2% y 5,8%, respectivamente.
La fuerte baja del precio del petróleo en menos de dos meses, cercana a 33% en el caso del crudo Brent se estima beneficia más a la Argentina por el lado del ahorro de divisas con las importaciones futuras, que sobre la balanza energética en general, porque, por el contrario, se proyecta firme la tendencia del precio internacional del gas, que se prevé comenzar a exportar hacia la primavera del año próximo.
Al cabo de los primeros 1o meses de 2018 el resultado del intercambio comercial argentino fue negativo en USD 6.175 millones, apenas USD 146 más que en igual tramo del año anterior, como consecuencia de exportaciones que repuntaron un modesto 3,3%, a USD 50.988 millones, e importaciones que subieron 3,2%, a USD 57.164 millones.