El gobierno de Gustavo Valdes no parece tropezar con serios inconvenientes para obtener la sanción del Presupuesto 2018 y una autorización para tomar nuevos endeudamientos. La llave de los dos tercios saldría de la “oposición” peronista pese a que para los medios hay arremolinamiento denunciando la antigua discriminación que sufrieron las comunas del PJ en los tiempos de Ricardo Colombi.



Lo que no parece quedar claro es que si se trata de una cuestión puntual en donde se pretende asegurar el reparto equitativo de fondos para los municipios gobernados por la oposición o un nuevo y frustrante acto de partenaire de parte de los legisladores, en este caso el Senado, que habitualmente constituyeron el acompañamiento a la gestión colombista.



Es altamente suspicaz que pese a que la cuestión se debate en el Senado, el interlocutor elegido por el oficialismo es el diputado José Mórtola, lo que deja ver la sombra en el acuerdo del derrotado intendente Fabián Ríos.



El tándem Valdes-Colombi ataron con esta convocatoria a extraordinaria otras cuestiones. Para empezar le bajaron el precio a Nora Nazar del Partido Nuevo y a Nancy Sand, del Partido Justicialista. Eso no quiere decir que no apoyen, sino que en su caso no estarían en condiciones de representar un escollo insalvable.



Es sencillo advertir entonces que al estiramiento del mandato de Roberto Miño, punta de lanza del ex intendente Ríos, que alguna vez levantó la bandera del Frente para la Victoria, le haya llegado la hora de devolver gentilezas, y sobran a la vez las especulaciones de que el mismo alineamiento tomará Mario Bofill tomando distancia del bloque opositor, nuevamente.



Así, el gobierno se mueve de un lado a otro del arco opositor, en principio para convocar a la extraordinaria, primero con sus aliados, y al momento de votar, recostándose en el bloque peronista, más allá de que Víctor Giruad, pretenda plantear posiciones de fuerza respecto del endeudamiento y el tratamiento a los municipios opositores.



El presidente del Senado, Gustavo Canteros, da por descontado el apoyo de Bofill, no sólo para sancionar el presupuesto y el endeudamiento, sino además abriéndose directamente del bloque del PJ, para poner resolver cuestiones futuras mano a mano, con mayor agilidad.