Nacionales

Primera cosecha de frutilla sin agrotóxicos en el Polo Agrario Campesino EPAS de Desvío Arijón

 

La frutilla como rehén. Más de 10 agroquímicos detectados en esa fruta que llega al mercado para luego formar parte de la mesa familiar. Insecticidas, fungicidas, nematicidas, fertilizantes sintéticos. El 60% prohibidos, 100% alteradores hormonales, 80% cancerígenos, 10% inhibidores colinesterasas, esta contundente información fue aportada por Naturaleza de Derechos.

Fruta sin olor, aporte nutricional, sabor, claro, ¿Cuál sería el sabor y el olor de un experimento químico donde además hay que agregar trabajadores, trabajadoras en situaciones sanitarias graves por la manipulación de los venenos y, en muchos de los casos, explotados laboralmente?

«Hoy la hectárea, para ponerle una cifra, está 45 millones para arriba, fundamentalmente por los insumos, porque compran plantas agroquímicas, fertilizantes y nylon entre otras cosas”, indicó Jeremías Chauque en dialogo con Conclusión en tiempos de siembra y sueños de cosecha.


Se calcula que desaparecieron 3,4 variedades de frutilla tradicional, esas que tenían sabor, aromas, historia de frutilla. “Por supuesto que hay responsables, hoy solo se produce en esta zona, las variedades del agronegocio y su paquete tecnológico dolarizado basado en agrotóxicos y fertilizantes sintéticos, suelo, rio, trabajadores y trabajadoras expuestas directamente a los venenos”, sostienen los agricultores que llevaron adelante este histórico proceso.

En Desvío a la Raíz celebran que se encuentran labrando futuro todos los días. “Anunciamos nuestra primera cosecha sin agrotóxicos de frutilla de variedad antigua, bajo un manejo totalmente diseñado desde el saber campesino, comunitario, respetando el uso del suelo y agua, de nuestras compañeras y compañeros. El sueño de devolverle el olor a frutilla a nuestro pueblo sigue germinado y a la par, la identidad, la memoria y un futuro más fraterno y soberano para nuestros hijos e hijas. Seguimos avanzando retrocediendo”, concluyeron.

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web