Productores yerbateros, sin salida a la vista: “Nos dijeron que la desregulación del mercado es innegociable”
Los productores yerbateros están entre la espada y la pared. Decidieron iniciar un paro por tiempo indeterminado para reclamar un incremento en lo que se les paga por el kilo de materia prima, pero el récord de producción de este 2024 hace que el impacto de la medida de fuerza quede aletargado. El descalabro, que tiene a los agricultores cobrando por debajo de los costos de producción mientras el paquete no deja de aumentar en las góndolas, nació de la desregulación del mercado que impulsó el Gobierno nacional, un escenario que -tal ratificó ante los primeros reclamos- es innegociable. El conflicto anticipa un largo camino por delante, con nulos puntos de encuentro.
El DNU 70/2023 que dictó Javier Milei a diez días de asumir al frente de la Casa Rosada modificó las normas que definían el funcionamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) y le retiró facultades que le permitían fijar precios de referencia y regular la oferta, los dos focos de conflicto que terminan ahora, un año después, empujando a los productores yerbateros a paralizar la zafriña.
Marcelo Hacklander, productor yerbatero y director por la Producción en el Instituto Nacional de la Yerba Mate, explicó ante Conclusión que la avanzada desreguladora sobre esos dos ítems generó un combo letal para el sector, al que le están pagando 180 pesos cada kilo de materia prima cuando producirlo sale arriba de 350 pesos. Antes, el Inym fijaba un precio mínimo de referencia que permitía no solo cubrir costos, sino también tener una ganancia.
“Por lo general, se tomaba como un valor referencial para el kilo de hoja verde que nosotros entregamos a los secaderos el 10% del valor del paquete en góndola. Nosotros decimos que tiene que estar entre los 450 y los 500 pesos. Los costos han subido muchísimo, como el combustible, que aumentó todo el año. Es algo que nos afecta directamente, sobre todo a los pequeños y medianos productores”, indicó Hacklander.
La derogación de la facultad que le permitía al Inym regular la oferta fue otra de las patas del problema. Los datos exponen que, en promedio, se producían anualmente entre 790 y 850 millones de kilos de materia prima, pero este año hubo un récord de 968 millones, lo que bajó fuertemente el valor de lo producido y derivó en los 180 pesos que están cobrando los agricultores.
Fuente: Instituto Nacional de la Yerba Mate.
En el sector aseguran que este escenario no deja otra posibilidad que no sea sostener un paro por tiempo indeterminado, algo que igualmente no hará escasear productos en las góndolas porque lo ya producido durante el 2024 alcanza para abastecer al mercado por 14 meses más.
“El hecho de que se pueda regular la oferta apuntaba a que la misma no supere la demanda y podemos tener una producción estable en el tiempo. Es una manera de planificar el futuro. Esto ya nos pasó en los 90, cuando se liberó el mercado yerbatero y lo que nos afectó no fue la importación de materia prima sino la misma desregulación que hizo que el precio que se le paga al pequeño productor prácticamente desaparezca mientras el valor en góndolas se mantiene o sigue aumentando”, apuntó Hacklander.
El escenario actual pone en riesgo el proyecto de vida de miles de familias ligadas a esta economía. En el país -detalló el director del Inym- hay unos 13.500 productores registrados, de los cuales aproximadamente 12.500 son pequeños o medianos, que tienen una explotación de 15 o 20 hectáreas de yerba mate y con eso sobreviven el año entero. A ellos deben sumarse cerca de 20.000 obreros rurales, todos en jaque por el avance desregulador.
Fuente: Instituto Nacional de la Yerba Mate.
“En este marco, los productores decidimos no cosechar más. Tenemos que mentalizarnos en que somos los dueños de la materia prima y no cosechar durante estos meses de verano. Si continuas cortando, seguís aumentando un stock que ya es exorbitante, además así protegés la planta. Si hay sobreoferta los precios se derrumban de manera catastrófica, pero los paquetes en las góndolas siguen aumentando”, planteó el productor.
El director del Inym señaló que la medida de fuerza no podía postergarse más porque los primeros contactos que tuvieron con el Gobierno nacional tras exponer estos reclamos encontraron como respuesta que la desregulación del mercado es “innegociable”. Si ese es el punto de partida, la posibilidad de trabajar en una solución desaparece del horizonte de probabilidades.
“El Gobierno debería poner la lupa y revisar quién se está quedando con la torta más grande. Nos hablan economistas con mucha espalda y mucho título, pero no veo el resultado en mi bolsillo de esa sabiduría que dicen que tienen. Nos dijeron bien que a la libertad del mercado no la negocian para nada. Bueno, eso nos pone en una situación muy vulnerable frente a las grandes empresas que tienen espaldas para aguantar mucho tiempo”, acentuó. Cabe tener en cuenta que el Ejecutivo nacional ni siquiera designó hasta el momento a su representante dentro del Inym.
Para visibilizar la situación de los productores yerbateros, este jueves el sector encabezará una marcha federal que tendrá epicentro en la Plaza de Mayo de Capital Federal. La efectuarán a sabiendas de que el conflicto puede tener muchos capítulos por delante. Según recordó Hacklander, en el 98 llegaron a estar tres años sin cosechar.