Las autoridades sanitarias de los Estados Unidos están advirtiendo acerca de este virus que afecta a niños de hasta 5 años
Si bien no se trata de un nuevo virus, los CDC (Centros para el Control de Enfermedades, por sus siglas en inglés) lanzaron una nueva advertencia a los padres y pediatras sobre el parechovirus porque desde el pasado mes de mayo se ha reportado un número inusualmente alto de casos en el país.
Dado el aumento en el número de casos, la agencia sanitaria federal está pidiendo a los padres que estén atentos a los síntomas y a los médicos que realicen exámenes para comprobar si los menores de edad se contagiaron del virus.
El parechovirus es un patógeno común en la infancia, similar al enterovirus. Existen cuatro tipos de virus relacionados al parechovirus, de las cuales solo la variante PeV-A causa malestar en seres humanos. El problema es que hay varias subvariantes, como la PeV-A3, que es la que se está detectando en el país de manera frecuente, que afecta desproporcionadamente a recién nacidos provocando hasta riesgo de muerte.
Los CDC indican que los casos, en su mayoría, fueron de niños de entre 6 meses de edad y 5 años. Los principales síntomas son infecciones en las vías respiratorias, fiebre y sarpullido. En los menores de 3 meses de edad, los síntomas pueden incluir fiebre, síntomas similares a la sepsis o enfermedades neurológicas, incluidas convulsiones y meningitis.
“Cualquier evidencia de que el niño no está prosperando, tiene fiebre, letargo, irritabilidad, falta de interés en la comida o bebida, convulsiones o movimientos descontrolados, son signos importantes que si los padres los notan, deben contactar al médico”, aconsejan en la página web de los CDC.
Advierten además que el virus puede ser transmitido por cualquier persona que esté positiva, sea sintomática o no. Las principales vías de transmisión son las heces fecales, o las vías respiratorias. Y el período de transmisión es muy largo. Pueden ser hasta tres semanas por vías respiratorias, y hasta seis meses en el tracto digestivo. El período de enfermedad es mucho más corto.
Si bien no hay un tratamiento específico para este virus, se pide a los padres que dejen saber de inmediato al médico ante la duda para mantener controlada la fiebre y evitar deshidratación. Y como ocurre con la mayor parte de los virus, la mejor manera de prevenirlos es a través de buenos hábitos de higiene: lavarse las manos con frecuencia, limpiar superficies y pedirle a quienes visiten a un bebé que si lo van a besar sea en los pies y no en la cara o manos.