4 de cada 10 pesos del recorte total fueron en los sectores de adultos mayores y familias. El tiempo dirá si la recuperación económica llega antes de que la motosierra sea insostenible social y políticamente.
Uno de los pilares del programa económico del Gobierno Nacional encabezado por Javier Milei durante la campaña y efectivamente llevado adelante durante los meses transcurridos es el equilibrio fiscal. Durante los primeros cuatro meses del año hemos asistido a un fenómeno inédito no solo en los últimos años sino también en las últimas décadas: la persistencia del superávit financiero.
Ahora bien, este fenómeno no se encuentra exento de análisis con relación a su sustentabilidad en el tiempo. En el reciente informe elaborado por el Instituto de Economía Aplicada de la Universidad del Este (IEA-UDE) nos proponemos adentrarnos en el modelo de estatalidad propuesto por el actual Gobierno Nacional y observar cuales son los sectores de mayor incidencia en la reducción del gasto público.
A partir de esta premisa, y en el marco del resultado fiscal para abril que arrojó un superávit financiero más de $17 mil millones, con un acumulado de 0,2% del PBI en lo que va del año, observamos el gasto durante enero hasta abril por finalidad y función y su evolución real respecto al mismo periodo en 2023. En materia general, la caída del gasto ronda el 29% real interanual, en donde los servicios sociales son el gran protagonista del ajuste, teniendo una incidencia del 67% en dicha merma.
Dentro de dicho apartado pueden encontrarse algunos de los sectores en donde el conflicto social tuvo mayor despliegue o visibilidad mediática. Por ejemplo, la seguridad social (-25% real i.a.) y la inversión en educación y cultura (-46% real i.a.) pueden verse en este punto. En el primer caso, podemos afirmar que 4 de cada 10 pesos del recorte total fueron en los sectores de adultos mayores y familias que reciben alguna de estas prestaciones. La educación y cultura, con un punto álgido de conflicto en las ultimas semanas a partir de la masiva movilización universitaria aportó un 11% al total de lo producido por la motosierra.
En mayor detalle, la siguiente tabla muestra los 10 programas de mayor incidencia en el recorte observado durante estos meses. Sin lugar a duda, como mencione previamente, se destacan las jubilaciones y pensiones con una caída del 33% real interanual. Asimismo, la quita de subsidios energéticos y de transporte han hecho mella en la caída del gasto, con bajas que van desde el 61% al 83% para el primer caso (según el programa) y la eliminación del programa en el segundo caso. Por otro lado, el FONID, fondo para complementar el salario de los docentes a lo largo y ancho del país ha caído un 84% en términos reales. Por último, el Potenciar Trabajo, un programa que se encontraba atado a la evolución del salario mínimo vital y móvil (cuya trayectoria ha ido por debajo de la inflación) y actualmente fue reemplazado por otras iniciativas, tuvo una merma del 62% real interanual.
La macrosierra: top 10 de programas con mayor incidencia en el programa fiscal
Por último, surge un interrogante, ¿en qué punto la motosierra puede dejar de ser percibida como sostenible en el tiempo y pasar a ser un elemento que dispare la tensión social? Más allá de los conflictos a nivel macro producidos por la política de retracción en el gasto, hay segmentos sensibles en donde el Gobierno Nacional se está retirando de sus funciones a cambio de un ahorro fiscal bajísimo. El desfinanciamiento de programas de salud, en cultura y en obras como construcción de jardines de infantes o repavimentación de rutas nacionales solo representa un 0,24% del total ajustado, y sin embargo tienen un alto impacto y valoración social.
La microsierra: Top 5 de programas recortados sin impacto fiscal
El tiempo dirá si llega la recuperación económica antes que el recorte fiscal sea insostenible social y políticamente o si el gobierno flexibilizará su marco teórico en esta materia para contener los efectos de la recesión en los sectores vulnerados por el devenir de la macro.
Investigador del Instituto de Economía Aplicada (IEA) de la Universidad del Este (UDE)