El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) de Santa Fe comenzará el próximo viernes un relevamiento de talla y peso que busca detectar los niveles de malnutrición que padecen niños, niñas y adolescentes del territorio local. El último dato, de diciembre del año pasado, reflejó que un 46,6% de los casos relevados presentó problemas alimenticios, pero esta vez el escenario podría llegar a ser peor por el deterioro de los niveles de vida de la población.

El relevamiento denominado Índice Barrial de Situación Nutricional (Ibsn) será efectuado en coordinación con el Área de Salud del Movimiento Libres del Sur y apunta a medir unos 4.000 casos de diferentes puntos de la provincia.

«Buscamos poder detectar la malnutrición precoz en niños, niñas y adolescentes. En general, lo hacemos con quienes concurren a comedores comunitarios y merenderos. Elaboramos este Índice con el fin de incidir en políticas públicas y poner esos datos a disposición de quienes tienen la responsabilidad de generarlas. A esto lo hacemos con la modalidad de acción participativa, donde quienes relevan talla y peso son las madres, tías y referentes barriales de esos niños», detalló la directora del Isepci de Santa Fe, Sofía Botto, en declaraciones a Conclusión.

El rango de edad de las personas que entrarán en el relevamiento irá de 0 a 18 años, para visualizar pormenorizadamente los problemas alimenticios que tienen los menores de las barriadas más vulneradas por la crisis socioeconómica que atraviesa el país.

El último informe data de diciembre de 2023 y detectó un 46,6% de malnutrición en las mediciones hechas en Santa Fe, dato que reflejó la precaria calidad nutricional de las comidas a las que acceden niños, niñas y adolescentes en los barrios más vulnerables.

«Ahí lo que relevamos con la malnutrición es el exceso o el déficit en cuanto a los alimentos y a la calidad nutricional de los alimentos que consumen. Lo que vemos hace muchos años, sobre todo en los últimos, es que el índice de malnutrición es tan alto porque tiene que ver con el consumo y la ingesta de hidratos. En general encontramos niños, niñas y adolescentes con sobrepeso. No están bajos de peso, pero sí malnutridos por un exceso en el consumo de carbohidratos», explicó Botto.

La directora del Isepci de Santa Fe, Sofía Botto, junto al concejal Leonardo Caruana.

Desde el Isepci esperan que el dato de este año sea igual o peor que el registrado en 2023, cuando el 46,6% de los menores evaluados registró condiciones de malnutrición. Es que al problema de la calidad de los alimentos se sumó directamente el faltante de los mismos, a partir de la decisión del Gobierno nacional de frenar el reparto de mercadería a una gran cantidad de comedores y merenderos.

«Entendemos que tendremos un número similar o mayor en los niveles de malnutrición. Lo que enviaba antes el Gobierno -y lo que se consigue ahora aparte para cocinar- está sobre todo centrado en alimentos secos y carbohidratos. Hay una falta total de verduras y otras cuestiones que aporten fibras y nutrientes. Ni hablar de la imposibilidad de consumir carne. El comedor quizás garantizaba el plato de comida, pero no la calidad nutricional que necesitan estos niños, ligadas a sus posibilidades de desarrollo, crecimiento y demás», apuntó la directora del Isepci.

Y advirtió: «Hoy observamos que ni siquiera está el acceso real y cotidiano a un plato de comida en un comedor comunitario. Eso nos pone aún más en alerta».

La primera medición del Índice Barrial de Situación Nutricional se lanzará el próximo viernes a las 15.30 en Villa Gobernador Gálvez. La idea es avanzar en las próximas semanas por diferentes localidades del territorio provincial y en diciembre tener listo el informe completo para presentar el estado de situación.