El frente oficialista Unidos encara 48 horas de trabajoso esfuerzo para lograr el objetivo trazado por el Gobierno de Maximiliano Pullaro en su primer año de gestión: conseguir que la Legislatura sancione esta semana la ley que declare la necesidad de la reforma constitucional, para llamar a elecciones de convencionales el año que viene, en consonancia con los comicios nacionales de medio término.
Nada estaba dicho hasta este miércoles por la noche. Se sucedían reuniones, llamados, mensajes por Whatsapp. El parlamento provincial definió una grilla de trabajo para jueves y viernes, cuando las negociaciones continuarán.
En el Senado, el oficialismo cuenta con los dos tercios que necesita para sancionar la norma. En Diputados, donde posee 28 de los 50 escaños, necesita en cambio trabar un acuerdo con alguno de los bloques opositores.
Reunión con el PJ
Tras ese objetivo, los presidentes de los partidos que integran la coalición Unidos se reunieron este miércoles con la conducción del Partido Justicialista. También participó del encuentro el ministro de Gobierno, Fabian Bastia.
Al termino de la reunión, el titular del PJ y senador provincial, Guillermo Cornaglia, no se privó de una chicana: “Desconocíamos de qué se estaba hablando, qué se pretendía reformar”, dijo.
El lunes, el PJ emitió un duro comunicado rechazando la reforma, reclamando el diálogo de las fuerzas políticas con representación legislativa y calificando de “autoritario” al mandatario provincial.
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Cornaglia celebró la convocatoria a la reunión, pero pateó el asunto para la semana próxima, lo cual abortaría uno de los objetivos de Unidos, que consiste en aprobar la ley de reforma en el período de sesiones ordinarias, que finaliza el viernes.
“Nosotros nos volvemos a reunir, quizá, la semana que viene y a partir de la semana que viene, iremos charlando estas cuestiones que tratamos hoy con el resto de los presidentes de los partidos de Unidos”, dijo el senador.
Y agregó: “Yo vengo con un mandato del PJ que se expidió el lunes. No puedo cambiar ese mandato hasta nueva reunión”.
La llave
“Los votos los tiene (el ex gobernador, Omar) Perotti. Él tiene la llave”, dijo a Conclusión una fuente parlamentaria del oficialismo. “Con Perotti está negociando directamente el Poder Ejecutivo”, agregó, para ratificar: “Derecho, derecho”.
En uno de los sub bloques del PJ tenían este miércoles por la noche la misma hipótesis. ¿Que el gobierno tenga los votos para la reforma depende de Perotti?, preguntó Conclusión. “Sí”, fue la lacónica y contundente respuesta.
El bloque Hacemos Santa Fe, que integra el ex mandatario, cuenta con cinco legisladores, que Unidos necesita en su afán reformista que requiere dos tercios de los presentes en la sesión en que se trate. Si es que se trata.
La bancada de Somos Vida, que orienta Amalia Granata, posee siete escaños en la Cámara baja. Pero la periodista ya anunció que no apoyará la reforma que, en términos mileianos, considera algo propio de “la casta” política. Incluso, este miércoles deslizó presuntas conductas indebidas en la búsqueda de votos que se inclinen a avanzar en los cambios constitucionales.
En procura de un texto
La comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados se reunió este miércoles por la tarde para comenzar a discutir, entre los 9 proyectos de reforma presentados (8 de esa cámara y 1 del Senado) un posible texto unificado en un solo dictamen.
La diputada del Frente Amplio por la Soberanía (FAS), Claudia Balagué, dijo a Conclusión que en “cada bloque dio su posición, algunos expresaron qué les interesaba modificar de la actual Constitución”. En su caso, detalló los 14 artículo que pretende cambiar del viejo texto, y los 12 que desea incluir en el nuevo, en materia de nuevos derechos, de tercera generación (ambiente, mujer, niñez).
De todos modos, ese no pareciera ser el principal interés del gobierno provincial y del frente Unidos. De hecho, se llegó a la última semana de sesiones sin debate con los partidos políticos ni organizaciones de la sociedad civil.
En Asuntos Constitucionales, algunos diputados peronistas plantearon que el tema se pase a sesiones extraordinarias. Una manera de involucrar a Pullaro en el asunto, atento a que el mandatario siempre ubicó a cierta distancia de la reforma, al alegar que era un tema de la Legislatura, ya que él está enfocado en la gestión.
Su posible reelección es, justamente, una de las cuestiones más espinosas de las negociaciones, y el motivo que abortó hasta ahora todos los intentos reformistas de gobierno anteriores.
Es que para que el tema se trate en sesiones extraordinarias, a partir de diciembre, el Ejecutivo tiene que enviarle en el temario para dichos encuentros. Es decir, Pullaro tiene que poner el gancho.
Si bien no se avanzó en un texto unificado en Asuntos Constitucionales, según explicó Balagué, se acordó que este jueves a las 11 y el viernes a las 8 de la mañana la comisión vuelva a reunirse.
También se acordó, la semana anterior, que la Legislatura sesione jueves y viernes. En el Senado Unidos solo tiene un trámite. En Diputados, por el contrario, corre contra reloj en procura de los apoyos opositores necesarios para destrabar el deseo reformista del gobernador radical.