El gobierno nacional anunció este viernes el envío al Congreso de una ley para modificar el sistema electoral argentino, que por un lado propone eliminar las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) y, por el otro, cambiar el régimen de financiamiento de los partidos políticos.

El anuncio fue formulado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante una rueda de prensa convocada esta tarde en la Casa Rosada.

Bajo dos de las consignas más efectivas de la narrativa oficial, la “reducción de gastos” y la “transparencia”, Adorni apuntó que la reforma del sistema electoral reivindicará el rol de los privados como aportantes en las campañas proselitistas, mientras que achicará el del Estado, que permite equilibrar las desigualdades entre fuerzas políticas.

Sin Paso

Uno de los ejes del proyecto de reforma que el Gobierno enviará al Congreso apunta a la eliminación de la Paso como instrumento para la selección de precandidatos, que vino a reemplazar a las antiguas elecciones internas partidarias.

“Desde su creación, las Paso han funcionado como una encuesta millonaria al servicio sólo de la política y en detrimento de la economía y el tiempo de los argentinos”, sostuvo Adorni.

Como si el sistema electoral solo fuera significativo por su costo económico, el Gobierno informó que las Paso tuvieron un costo “solo en el año 2023 de $45,445 millones de pesos”.

Adorni también lamentó la participación ciudadana en los comicios, al señalar la obligación para los argentinos de “tener que ir a votar el año pasado tres veces”. El mantenimiento de la participación en las convocatorias a las urnas (entre el 70 y el 80% del padrón) no refleja un cansancio ciudadano.

El vocero detalló que, desde su implementación en 2011, “hubo sólo 10 agrupaciones políticas que dirimieron internas para las elecciones presidenciales, de las cuales el 40% no logró siquiera alcanzar el umbral de 1,5% para poder después participar de las elecciones generales”.

Partidos políticos

Por otro lado, el proyecto oficial busca modificar la Ley Orgánica de partidos políticos con el “objetivo de mejorar su representatividad” y evitar los sellos de goma, “cuyo único objetivo es el recaudatorio”, afirmó Adorni.

De acuerdo al mensaje del Ejecutivo, las agrupaciones deberán contar con 0,5% de afiliados sobre el padrón electoral y tener un piso mínimo de 3% de los votos en dos elecciones consecutivas.

Además, en el caso de los partidos nacionales se les exigirá -si se aprueba el proyecto libertario- presencia en al menos diez distritos, mientras que hoy se requieren cinco jurisdicciones.

También se va a presentar una plataforma digital para gestionar afiliaciones y revalidaciones, y las agrupaciones tendrán hasta el año 2026 como plazo para adecuarse a esta nueva normativa.

Financiamiento

La modificación del sistema de financiamiento de los partidos políticos busca “reducir el gasto público y transparentar los recursos que reciben los partidos”, indicó el vocero en la rueda de prensa.

En se sentido, mencionó entre las medidas impulsadas en el proyecto el aumento de topes de aportes privados, la eliminación de los espacios de publicidad electoral que por ley tenían que ceder los medios, la eliminación del financiamiento público para las campañas (quedará vigente un único aporte por año proporcional a los resultados electorales), la reducción de encuestas de 8 días a 3 días anteriores a cada elección, y la creación de la figura del fiscal general ante la Cámara Nacional Electoral.

Adorni subrayó que «la sociedad argentina prácticamente vive en una constante campaña electoral” y que “esto lejos de generar un mayor nivel de participación, lo único que ha provocado es cansancio y hastío por parte de los argentinos”, aunque nada de eso se refleja en los porcentajes de participación en las elecciones.