Qatar lo advirtió desde un comienzo pero para la FIFA no fue un impedimento. Ahora se comienzan a conocer las severas amenazas a quienes se manifiesten durante el Mundial.
"Quien luzca la bandera LGTBI en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión”, advirtió este martes Nasser Al-Khater, portavoz del Mundial de Qatar 2022.
Así el país elegido por la FIFA para ser el anfitrión de la Copa del Mundo impuso nuevas restricciones para las personas que asistan a la máxima cita del fútbol mundial y que promete convertirse en el menos inclusivo de las últimas décadas.
Hace tan solo unas pocas semanas el gobierno qatarí informó que no se podrá tener relaciones sexuales fuera del matrimonio y advirtió que también está prohibido que dos personas del mismo sexo se muestren juntas en público.
Desde el momento en que elegido por la FIFA para albergar el Mundial Qatar advirtió que iba a imponer ciertas restricciones siguiendo lo que dicta religión. “Somos un país conservador y las muestras públicas de afecto están mal vistas independientemente de la orientación sexual”, señalaron las autoridades.
La nueva restricción cosechó un fuerte repudio en gran parte del mundo en especial en momentos en que se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGTB.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, se refirió a estas restricciones y aseguró que las personas “serán bienvenidas en Qatar”, pero que “tienen que respetar la cultura local”.
“Si Qatar no diera la bienvenida a todos, no hubiera organizado el Mundial. Estamos capacitando a los responsables y trabajando de la mano con las entidades y la policía y les daremos la bienvenida a todos”, continuó Infantino.