Policiales

Robaron joyas de oro, dinero y un arma de fuego en el B° Cambá Cuá

Crédito: 65942

Ladrones forzaron la puerta de una casa de Junín al 600. Sus dueños habían salido a almorzar. Llevaron anillos, pulseras y relojes, además de importante suma en efectivo y un revólver 3.80.

 

Una im­por­tan­te can­ti­dad de di­ne­ro en efec­ti­vo, más di­ver­sas al­ha­jas de oro y un ar­ma de fue­go de co­lec­ción fue el bo­tín que mal­vi­vien­tes lo­gra­ron lle­var­se de una ca­sa, du­ran­te la au­sen­cia de los due­ños que sa­lie­ron a al­mor­zar. Ocu­rrió en el ba­rrio Cam­bá Cuá de la ca­pi­tal co­rren­ti­na.



Ani­llos, pul­se­ras, ca­de­ni­tas, re­lo­jes con­fec­cio­na­dos en oro pu­ro, más una ci­fra que ron­da­ría en los 25 mil pe­sos y un re­vól­ver ca­li­bre 3.80 fue­ron los bie­nes sus­tra­í­dos en­tre las 12:30 y las 15 de un do­mi­ci­lio de Ju­nín al 600, en­tre San Luis y Tu­cu­mán.



Apro­ve­chan­do la au­sen­cia de los mo­ra­do­res de la vi­vien­da, los de­lin­cuen­tes vio­len­ta­ron una puer­ta con la uti­li­za­ción de una ba­rre­ta o des­tor­ni­lla­dor gran­de. Lue­go in­gre­sa­ron.

 

Por la for­ma de co­me­ter el ilí­ci­to se pre­su­me que uno de ellos ofi­ció de “cam­pa­na”, mien­tras otro re­vi­só las dis­tin­tas de­pen­den­cias has­ta en­con­trar lo que fi­nal­men­te ro­ba­ron.



Un ve­ci­no ha­bría ad­ver­ti­do la puer­ta abier­ta y dio avi­so a la Po­li­cí­a. En­ton­ces acu­die­ron efec­ti­vos de la co­mi­sa­ría sec­cio­nal Pri­me­ra cuan­do to­da­vía no es­ta­ban los pro­pie­ta­rios.



En el in­te­rior del in­mue­ble las per­so­nas dam­ni­fi­ca­das en­con­tra­ron un de­sor­den evi­den­te.



La fuer­za de se­gu­ri­dad ini­ció una pes­qui­sa des­pués de que en el es­ce­na­rio del ro­bo re­a­li­za­ran los pro­ce­di­mien­tos ha­bi­tua­les de bús­que­da de ras­tros.



Una hi­pó­te­sis apun­ta a que los mal­he­cho­res vi­gi­la­ron los mo­vi­mien­tos de los due­ños e in­gre­sa­ron cuan­do tu­vie­ron cer­te­za de que ha­bí­an sa­li­do.



Otra pre­sun­ción ha­bla de que es­ta­ban mo­vi­li­za­dos en un au­to­mó­vil. En es­te sen­ti­do los de­tec­ti­ves es­ta­ban abo­ca­dos a la bús­que­da de imá­ge­nes de cá­ma­ras de se­gu­ri­dad dis­pues­tas en los al­re­de­do­res.

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