Las colas para donar sangre en Poltava se formaron poco tiempo después de quelas potentes explosiones sacudieran esta ciudad del centro de Ucrania. Los vecinos de la urbe trataron de asistir a las decenas de heridos provocados por uno de los ataques rusos más mortíferos de toda la guerra. El presidente Zelenski informó que el número de muertos asciende a 41 y los heridos suman más de 180. El servicio de prensa del Ministerio de Defensa de Ucrania explica que la llegada de los misiles balísticos rusos fue tan rápida que no hubo tiempo a evacuar. «El intervalo de tiempo entre la alarma y la llegada de los mortíferos misiles fue tan corto que atrapó a la gente en el momento de la evacuación al refugio antiaéreo» reza el comunicado. La Institución pidió a la ciudadanía «mantener la calma y confiar únicamente en las fuentes de información oficiales. Cualquier especulación sobre esta tragedia es inaceptable».El Instituto Militar de Comunicaciones quedó parcialmente destruido, informa el Ministerio de Educación y Cultura. Además, las instalaciones de un hospital cercano también resultaron afectadas. Los Servicios de Emergencias lograron rescatar hasta las dos de la tarde, hora local, a unas 25 personas; 11 de las ellas habían quedado sepultadas bajo los escombros. El trabajo de los bomberos continúan en el lugar. Las imágenes y videos publicados en redes sociales muestran varios cuerpos tendidos en el suelo frente a un edificio con la fachada caída y todas las ventanas estalladas.El jefe de Estado de Ucrania sentenció en su cuenta de Telegram que «la escoria rusa definitivamente tendrá que rendir cuentas por este ataque» y prometió llevar a cabo una investigación. «He ordenado una investigación exhaustiva y rápida de todas las circunstancias de lo ocurrido. Todos los servicios necesarios están involucrados en la operación de rescate. Estoy agradecido a todos los que han estado ayudando y salvando vidas desde los primeros momentos después del ataque» agregó el mandatario ucraniano.Noticia Relacionada estandar Si Rusia lanza un potente ataque de misiles balísticos y de crucero contra Kiev Míriam González Los restos de los proyectiles han dejado dos heridos, una planta de agua y una estación de metro dañadaZelenski volvió a pedir a los socios occidentales que aceleren las entregas de los sistemas de defensa aérea: «cada día de retraso, por desgracia, significa más vidas perdidas», agregó en su mensaje. Las autoridades de Kiev están llevando a cabo una intensa campaña diplomática para conseguir que Estados Unidos y otros países de la OTAN levanten las restricciones al uso de del armamento occidental en la profundidad del territorio ruso. Las autoridades del país en guerra sostienen que dichas prohibiciones afectan a la capacidad defensiva de Ucrania.La naturaleza del ataque -disparado contra una institución militar- avivó las reacciones en las redes sociales. El influyente periodista ucraniano, Ilia Ponomarenko, dijo en su cuenta de X que la promesa de una investigación no es suficiente: «No basta con emitir un comunicado y luego dejar que todo desaparezca. Una vez más. Estas «investigaciones» prometidas por Zelenski deben finalmente comenzar a mencionar los nombres de aquellos cuya negligencia mortal permite a los rusos hacer esto una y otra vez». Otro conocido especialista ucraniano, ex oficial y director de grupo de investigaciones que analiza la guerra Frontelligence Insight, lanzó una velada crítica a los altos mandos ucranianos en su cuenta de X: «Parece que muchos generales aún no han aprendido algunas lecciones básicas, incluso en el tercer año de guerra».El bombardeo ruso contra Poltava pasa a engrosar la macabra lista de ataques individuales más letales de esta guerra. Más de cuarenta muertos hasta el momento mientras todavía se encuentran personas bajo los escombros, señalan los servicios de emergencias. El próximo 5 de octubre se cumple el funesto aniversario de la muerte de 52 personas en la aldea de Hroza, situada en la región de Járkov. Rusia cercenó entonces la vida de la mitad de la población de la aldea con un solo misil mientras es habían congregado para despedir a un vecino muerto en el frente.