Con Berlín en estado de emergencia y bajo tupidas medidas de seguridad, Zelenski ha aterrizado en helicóptero y vuelto a despegar en apenas dos horas. Tiempo suficiente para hablar claro al canciller Scholz: el nivel actual de ayuda a Ucrania por parte de Occidente sella su derrota en el medio plazo. Simplemente no es suficiente. Alemania sigue siendo generosa en comparación con otros europeos y, sin importar que su ejército tenga el agua hasta el cuello en el Donbás, el ucraniano sonríe una y otra vez a las cámaras en el Palacio de Bellevue, pero en la conversación cara a cara con Scholz su tono ha sido mucho más grave y, según fuentes de la cancillería, no oculta que «está contra la pared en su lucha defensiva«. Su problema, con respecto a Alemania, es que Scholz también está contra la pared. En la mitad este del territorio, las recientes elecciones regionales han respaldado a partidos contrarios a la ayuda a Ucrania. Tres barones regionales han firmado una carta abierta en la que piden un giro hacia Rusia de la política exterior alemana y el gobierno de Berlín ha sacado de los presupuestos generales de 2025 la ayuda Ucrania. Por eso esta vez, a diferencia de las anteriores, las nuevas ayudas que ha anunciado Scholz después de la entrevista no proceden de Alemania, sino de los «socios europeos«. El Ministerio de Defensa, liderado por Boris Pistorius, ha liberado de su propio presupuesto unos 500 millones de euros. Junto con otros casi mil millones recaudados de otros socios, Scholz ha elaborado este paquete de ayuda de urgencia, que incluye sistemas de defensa aérea, artillería y drones por valor de 1.400 millones de euros en total. Por parte de Alemania, Scholz sólo ha confirmado la entrega de un paquete de armas ya anunciado previamente y por valor de 600 millones de euros. El presupuesto alemán de casi 4.000 millones de euros para ayuda armamentística este año está previsto desde hace mucho tiempo, pero muchas de las entregas anunciadas aún no se han realizado. Además de la ayuda militar, Ucrania también podría contar este año con un amplio crédito de los estados del G7.Noticia Relacionada estandar No Berlín se prepara para la llegada de los Lobos Nocturnos, la tribu de moteros rusos leales a Putin Rosalía Sánchez | corresponsal en berlín«Del lado de Ucrania»«Alemania sigue estando firmemente del lado de Ucrania», ha insistido Scholz. El general Christian Freuding, que planifica los suministros de armas en el Ministerio de Defensa, ratifica las palabras del canciller y recuerda que «todos los días llegan camiones desde Alemania a Ucrania con sistemas de armas, municiones, equipos y alimentos para los soldados o generadores de energía». Pero nadie se llama a engaño. El presidente de la Comisión de Defensa del Bundestag, Marcus Faber, que acaba de visitar el frente en la zona de Járkov, informa que los drones kamikazes rusos están llegando a las posiciones ucranianas y que las fuerzas rusas son claramente superiores en este ámbito. Los 1.400 millones en armamento pueden ayudar, pero no resuelven el problema. Se encontró con fuerzas de artillería entrenadas en Idar-Oberstein y concluyó que «las capacidades de artillería son buenas, pero no pueden hacer retroceder al atacante o al menos mantenerlo cuando falta munición». Las industria de armamento alemana avanza cuanto puede. Rheinmetall y la empresa de defensa MBDA están ampliando a largo plazo su capacidad de producción de distintos tipos de munición, pero son necesarios nuevos acuerdos europeos para poder comprar munición fuera de Europa.Zelenski, por otra parte, ha expresado en Berlín su preocupación por una negociación de alto el fuego que implique la cesión de territorios. Todos aquellos que están pensando en negociar, como el canciller alemán, deben asegurarse de que eso no ocurra. Mientras Putin crea que está en el camino de la victoria, como claramente es el caso en este momento, Ucrania no puede esperar ninguna concesión real de su parte y Zelenski ha advertido en Berlín que, según las experiencias de dos acuerdos de Minsk, Putin puede romper cualquier promesa apenas se seque la tinta de su firma.Scholz ha mostrado voluntad de seguir apoyando a Ucrania y ha condenado los ataques de Rusia a sus infraestructuras, que tienen como objetivo «quebrar la voluntad de resistencia de la población«, pero no da un solo paso atrás en su negativa a los sistemas de armas de largo alcance. Zelenski insiste en que, desde una perspectiva militar, tiene mucho más sentido luchar, no contra cada misil enemigo, sino contra la base desde la que se disparan. Pero Scholz ha vuelto a negarse a entregar el Taurus alemán por temor a «una escalada», en la segunda visita del presidente ucraniano a Alemania en cinco semanas y la tercera conversación personal con Scholz en este período. Su insistencia no está dando los frutos deseados. Al menos hasta después de las elecciones, Zelenski no obtendrá una garantía de seguridad por parte de Estados Unidos, como la que Washington otorga a Japón, Corea del Sur y Filipinas. Y ni Roma, París ni Berlín dan pasos hacia una más rápida entrada en la Unión Europea.