El jo­ven fue víc­ti­ma de va­rios dis­pa­ros, al igual que su her­ma­no de 15 años du­ran­te un con­fu­so epi­so­dio ocu­rri­do en la zo­na de las 536 Vi­vien­das de la ca­pi­tal co­rren­ti­na.



El he­cho de san­gre re­gis­tra­do la se­ma­na pa­sa­da, se­ría par­te de una pe­lea que los jó­ve­nes tie­nen con un ve­ci­no de 23 años, Ro­ber­to Al­fre­do Sosa, quien per­ma­ne­ce de­te­ni­do.



Si bien el ca­so aún es in­ves­ti­ga­do, se pre­su­me que la agre­sión ar­ma­da es­tá vin­cu­la­da a la ven­ta de dro­gas en la zo­na, de las que las víc­ti­mas se­rí­an par­te.



Lo cier­to es que tras va­rios dí­as de es­tar in­ter­na­do en el Hos­pi­tal Es­cue­la, el es­ta­do de sa­lud de Ale­xis se agra­vó con ra­pi­dez de­bi­do a una per­fo­ra­ción in­tes­ti­nal. Quien tu­vo me­jor suer­te fue su her­ma­no Na­huel, que ya fue da­do de al­ta.



En tan­to son va­rias las ver­sio­nes de que la vio­len­cia no lle­ga­ría a su fin y que po­dría ha­ber fu­tu­ros in­ci­den­tes, por lo que la Po­li­cía es­tá en aler­ta.