Un día lluvioso y gris como hoy, pero hace 67 años, Eva Duarte de Perón falleció por causa de una enfermedad que la fue matando lentamente. Evita murió a sus 33 años de edad por cáncer de útero, y marcó un antes y un después del posicionamiento de la mujer en la política argentina, despertando pasiones y críticas en su paso por el poder.
Eva nació el 7 de mayo de 1919, sin ser hija legítima de su padre, con solo 15 años decidió viajar a Buenos Aires y comenzar con su carrera actoral, donde años después conocería a Juan Domingo Perón. Al poco tiempo decidieron casarse. Ya en la presidencia de Perón, Evita fundó el Movimiento Peronista Femenino, impulsó el voto femenino y la igualdad de la mujer, llegando a crear así la Fundación Eva Perón en la que realizó obras de carácter social.
Siempre fiel a las posturas de su marido, Eva se convirtió en una mujer muy querida y hasta en algunos casos idolatrada por la clase trabajadora, pero no así por las clases más acomodadas de la sociedad, que la rechazaba.
Tanto Eva como Perón sumaron a lo largo de sus vidas diferentes adversarios. La censura que impusieron, sobre todo, en el mundo de las artes escénicas, se hizo notoria. La actriz Libertad Lamarque contó en una entrevista el boicot al que fue sometida por parte de la política por el que finalmente decidió abandonar el país. "No necesité utilizar la palabra exiliada, hay muchas formas de echar a alguien: no me nombraban en ningún periódico, en ninguna revista, estaba prohibido que alguien se me arrimara. En fin, yo estaba sola en Buenos Aires", relató la artista en alusión al tema.
Ese 26 de julio pero hace 67 años atrás, el velatorio de Evita en el Ministerio de Trabajo y Previsión que luego se trasladó al Congreso de la Nación fue el más grande de la historia argentina. Desde el oficialismo abundaron los pésames, algunos exagerados y sensibleros, y otros precisos y justos. Algunos la compararon con Isabel la Católica, Juana de Arco y Maria Curie; otros le reclamaron al Papa la canonización. Cámpora y Teissaire compitieron en obsecuencia y servilismo. A pesar de la lluvia de ese día, la gente en multitud salió a despedirla y darle su último pésame.
Unos días antes de morir había sido declarada jefa espiritual de la Nación y al momento de su muerte los legisladores peronistas discutían sobre el lugar y las dimensiones del monumento que debería levantarse en su honor. También en esos días se resolvió que la ciudad de La Plata llevara su nombre.
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