Corrientes volvió a ser parte de contenidos en los medios nacionales. Un bochorno protagonizado por el primer mandatario provincial durante un recorrido en el interior provincial, ante un mínimo pedido de una jefa comunal por vacunas anticovid-19 el funcionario perdió el control de sus actos y terminó golpeando e insultando a trabajador de prensa.
Todo en el contexto pandémico donde las vacunas son la clave para salir de este momento que ya lleva más de un año.
El episodio es lamentable no solamente por el hecho en sí mismo, sino por lo que representa.
Sabemos que en la provincia de Corrientes es muy difícil informar. Este medio lleva más de una década sin tener pauta oficial y no la tiene porque justamente informa. Y es una función social contar los hechos a pesar de que molesten a la administración gubernamental de turno y la pauta oficial debería ser independiente de esa cuestión. De lo contrario parecería que es una herramienta para silenciar voces disonantes en la provincia.
La información también es parte de la convivencia democrática, ayuda a consolidar la institucionalidad y mejora la calidad de ciudadanía. Lo planteamos de manera reiterativa en este espacio: la transparencia y acceso a la información pública del Estado, es un salto de calidad. Lamentablemente Corrientes está lejos de ese estadio.
Ser y parecer
El monje no debe ser solamente un monje. Debe parecerlo hacia los demás.
Es lamentable el poco respeto a la embestidura gubernamental por parte de la máxima autoridad de la provincia.
Un pedido de disculpas hubiese puesto todo en su cauce, porque todos somos humanos y estamos bajo presiones en un contexto social muy complicado.
Pero nada de eso ocurrió. Quedó el episodio mancillando la tarea de informar y un destrato a quienes no piensan como el poder de turno lo requiere.
Una pena. Esto no hace más que atrasar.
Pero este año es un tiempo de cambios y es necesario que la ciudadanía preste atención a estos episodios.
Buen domingo a todos.