En un contexto visiblemente conflictivo entre la Avícola Santa Ana y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Justicia Federal autorizó a que se tome una tercera muestra en aves de la granja comercial de Corrientes. El procedimiento recién se realizará mañana y hasta el jueves, a las 12, estará vigente la interdicción. Buscan determinar la situación epidemiológica respecto de influenza aviar (IA) mediante el desarrollo de técnicas tanto moleculares (RT- PCR) como serológicas.
El testeo fue solicitado por el organismo sanitario el viernes y va en línea con las medidas de precaución adoptadas por el plan de Contingencia para evitar la difusión del virus tras el primer diagnóstico positivo en la granja, estudio que fue recurrido por la empresa correntina ante la Justicia.
Una segunda muestra tomada a aves de la granja, dispuesta por orden de la Justicia Federal, dio resultado negativo según diagnosticó el Laboratorio Nacional del Senasa, y ahora se hará una tercera prueba.
El nuevo procedimiento se había fijado para hoy, pero ayer se informó que se prorrogó por 24 horas lo que generó un malestar en la empresa correntina: “demuestra una falta absoluta de empatía con el productor”, señalaron.
“Ante la concurrencia de resultados divergentes sobre la presencia del virus de influenza aviar altamente patógena (Iaap) dentro de la granja, el Senasa busca conocer la fuente del virus de la primera detección, ya que el establecimiento se encuentra en la zona de control sanitario a 6,5 km de distancia del primer brote confirmado de Iaap en Corrientes, en San Cosme, una zona rodeada de lagunas y cercana al margen del río Paraná en la que hay presencia de aves silvestres y migratorias”, señala el comunicado que ayer dio a conocer Senasa. En tal sentido, el Senasa mantiene vigente la interdicción del establecimiento hasta tener el tercer diagnóstico con el que se determinará si se aplican las medidas de contención, o no, quedando en ese caso bajo vigilancia estratégica.
Polémica
La destrucción de los 360.000 huevos de la Avícola Santa Ana, que se realizó el fin de semana, provocó un fuerte cruce de posiciones entre la empresa correntina y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria.
“Senasa aclara que en ningún momento ordenó la destrucción de huevos almacenados en dicha granja y que fue una decisión unilateral de la empresa. Asimismo, sin perjuicio de ello, se está trabajando para ofrecer alternativas de acopio o tratamiento térmico”, expresa el parte de prensa que dio ayer el organismo nacional.
“Debido a los diagnósticos divergentes de las primera y segunda muestras, las medidas que adopta el Senasa son pertinentes dado que Argentina atraviesa una emergencia por el virus, desde su ingreso al país, cuya característica es su alta y rápida difusibilidad, sumado a que la granja en cuestión está ubicada dentro del área de riesgo por la cercanía a un brote confirmado”, aclara.
Sin embargo, desde la empresa salieron a desmentir al organismo nacional, con una copia del documento que recibieron desde Senasa.
El documento, con fecha del 12 de abril, indica que “sería importante verificar los espacios de acopio de los huevos y las fechas de vencimiento de los productos. Asimismo, ver los espacios de destrucción de los mismos”.
En cuanto a las alternativas de acopio y refrigeración, desde la Avícola sostienen que “hasta el momento no tuvimos comunicación al respecto, la estamos esperando”.
El caso
“El 6 de abril el Laboratorio del Senasa -el único en el país autorizado para el diagnóstico de IA- detectó la presencia del virus en muestras tomadas a aves de la granja por el veterinario responsable de la sanidad, según lo informado por la empresa, y enviadas cumpliendo con las garantías de custodia fijadas en el protocolo correspondiente y dispuso el sacrificio de las aves para evitar la diseminación de la enfermedad”, relata la versión oficial que dio a conocer Senasa.
“Se llegó hasta la granja Avícola Santa Ana porque el predio se encuentra en la zona de control sanitario por su cercanía a un brote de Iaap confirmado en San Cosme. Esta zona de control sanitario se considera de riesgo, ya que los predios que tengan aves en esa zona presentan mayor probabilidad de contraer el virus”, agrega.
La empresa ubicada en Santa Ana cuestionó el protocolo utilizado para tomar las pruebas, solicitó un recurso de nulidad ante Senasa y también recurrió a la Justicia Federal para frenar la aplicación del rifle sanitario a sus 200.000 aves.
La lucha de los empresarios y los trabajadores permitió que se concretara un nuevo estudio, que dio negativo.Fuente: El Litoral de Corrientes