Desafiando al intenso frío, numerosos fieles se congregaron anoche frente a la Basílica de Itatí para esperar el tradicional saludo a la imagen de la virgen, en la fiesta en honor a la Patrona de Corrientes. Se trató del segundo saludo del año, ya que el primero fue el pasado 23 de abril.
Los feligreses y devotos se congregaron frente al gran templo donde tuvo lugar un festival musical, mientras la temperatura iba en descenso, llegando a una sensación térmica de 3 grados, el calor del amor a María aumentaba hasta que llegó el momento esperado y salió de su Santuario.
La ceremonia fue presidida por el padre Jorge Farfán, quien predicó la novena, mientras que la imagen de la virgen, portada por sus custodios, recorrió el frente de la Basílica, recibiendo las súplicas y pedidos del pueblo católico, dando comienzo a los festejos patronales de Itatí. A las 9.30 se desarrollará el acto cívico por el Día de la Independencia, a las 19 será la misa solemne y luego la procesión de antorchas.
Historia
La Basílica conserva una imagen tallada en madera de timbó y nogal por los indios guaraníes en el siglo XVI. La figura fue llevada por los jesuitas desde una misión del Guayrá, en el actual Paraguay, hacia el sur debido a los continuos ataques de los aborígenes en 1580. Su destino era la reducción de Yaguarí, presidida por fray Luis Gámez, donde le construyeron un oratorio en su honor.
Según la tradición, la imagen fue robada y unos indígenas la encontraron a orillas del Paraná sobre unas piedras de caliza blanca. La devolvieron a la reducción, pero, en tres oportunidades, la imagen desapareció de allí y volvió a aparecer sobre las piedras blancas.
Ante estos episodios, los religiosos interpretaron el deseo de la Virgen de permanecer en ese lugar y construyeron una capilla. Desde entonces, comenzó a ser conocida como Virgen de Itatí, nombre guaraní que proviene de itá moroti (punta de piedra).
En 1615, fray Luis de Bolaños fundó el Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí, cerca de Santa Ana, una población que había sido abandonada por los continuos ataques de los indios. Fue el párroco fray Luis de Gamarra el primero en dar a conocer los milagros atribuidos a la Virgen.
Uno de los más conocidos ocurrió cuando, para defender a Itatí de un ataque de indígenas que luchaban contra la evangelización, la Virgen intercedió e hizo surgir una zanja que protegía al pueblo. Intimidados, los atacantes se dieron a la fuga.
El 16 de julio de 1900, el papa León XIII coronó a la Virgen de Itatí como Reina del Paraná y Reina del Amor. El 23 de abril de 1918, fue proclamada patrona de la provincia de Corrientes. Para 1950 estuvo construida la Basílica, que alcanza los 88 metros de altura, frente a la plaza principal de Itatí y que es el centro de las peregrinaciones y de las celebraciones en honor a la virgen.