Saltó las rejas y abrió la puerta a patadas. "Es el sueño de mi vida", dijo mientras lo sacaban del lugar, a donde ingresó sin autorización.
Un hombre de unos 35 años ingresó sin autorización al Obelisco y trepó hasta la punta por las escaleras. Luego debió ser rescatado, al no poder descender. Para entrar saltó las rejas que rodean al Obelisco y abrió la puerta a patadas.
Alberto Crescenti, titular del SAME, dijo que, mientras era atendido por el personal, el joven gritaba: "Déjenme, es el sueño de mi vida".