El barrio República de La Sexta se prepara para disfrutar de un festival al aire libre con música en vivo, danzas, ferias,  juegos y propuestas teatrales y gastronómicas. El evento, de entrada libre y gratuita, será el próximo sábado 5 de octubre, desde las 17 hasta las 22, en calle Ayacucho, entre Riobamba y Cerrito.

El festival “La Sexta Existe”, que celebrará su segunda edición, tiene como objetivo que los artistas, artesanos y trabajadores de todos los rubros que viven en el barrio muestren sus producciones, pero también busca celebrar la cultura e invitar a que los rosarinos visiten la zona.

El próximo jueves, y por instancias de la edila Julia Irigoitia, que vive en La Sexta, el Concejo de Rosario declarará al evento de “interés municipal”.

Las diferentes actividades artísticas del festival transcurrirán en un escenario que se montará en Ayacucho al 2100. Allí la escritora Beatriz Vignoli –quien vive en el barrio– junto a los autores María Fernanda Trébol, Juan Blanco y Bárbara Verino, del taller de escritura del Centro Cultural La Angostura (ubicado en Pasco 555), leerán diferentes materiales.

También habrá presentaciones teatrales del espacio La Orilla Infinita, ubicado en Colón 2148, y la programación continuará con música en vivo a cargo de Las Formas (con su música Indie litoraleña), Fede Baronio y su banda, Coro de Ranas (con su pop fogonero) y la DJ Leyniyu, con un set bailable. Además, habrá un segmento folclórico con el Centro Entrerriano Pancho Ramírez y una performance de las alumnas de la Escuela Provincial de Danzas N° 5032 “Nigelia Soria”.

La segunda edición de “La Sexta Existe” quedará grabada en las paredes del barrio con un mural colaborativo. La actividad estará coordinada por el muralista Mono Saavedra y los asistentes podrán escribir frases, compartir recuerdos o expresarse artísticamente a través de dibujos.

Por otro lado, en la feria se podrán encontrar artesanías, tejidos, juguetes de madera y productos de belleza artesanales. Asimismo, la Asociación Civil la Oveja Negra (que funciona en Riobamba al 65 Bis) ofrecerá juegos para todas las edades, mientras que también habrá diferentes propuestas gastronómicas que le aportarán sabor a la jornada.

La música y gestora cultural Mercedes Iannello, quien ya había organizado el festival del 2022 y es una de las coordinadoras de esta segunda edición, habló con Conclusión y adelantó: “El año pasado queríamos hacerlo, pero por cuestiones personales no pudimos. La idea es que el evento ocurra, como mínimo, una vez por año, pero también que se puedan realizar otras actividades bajo el nombre La Sexta Existe, como conversatorios. El festival podría ser la frutilla del postre de varias cosas que van pasando durante el año, pero para generar esas redes nos tenemos que conocer, es un camino”.

Sobre la organización del evento, señaló: “Somos un grupo muy pequeño de gestores culturales y músicos autoconvocados. La Sexta es el barrio en el que vivimos, creamos y trabajamos y tiene mucho potencial, hay mucha gente de diferentes disciplinas del arte con la que nos cruzamos en las calles y la idea es juntarnos en un evento cultural y artístico”.

A diferencia de la primera edición, esta vez tomó un lugar protagónico el trabajo con otras instituciones del barrio, como La Orilla Infinita, el Centro Cultural la Oveja Negra, el Taller Somos, el Club Temperley y los locales gastronómicos “Las Birras de Juan” y la pizzería “La República”, entre otras.

“Intentamos generar redes. Queremos que la gente venga a un evento cultural en su propio barrio y copar el espacio público, es importante el encuentro callejero de esta fiesta”, apuntó Ianello, quien hace tres meses que viene organizando este evento junto a la gestora Cecilia Gómez.

Mientras dure el evento, el tránsito en la zona estará interrumpido y varias líneas del transporte público desviarán sus recorridos. Este corte está avalado por la Secretaría de Cultura de Rosario, que además facilitó que este festival se concrete con la asignación del Recurso Puente.

“Como habitante de La Sexta, fantaseo con salir en el barrio, porque, por ejemplo, ir a Pichincha me sale un dineral. Mi idea como gestora cultural es que a lo que no existe hay que tratar de hacerlo, y acá aparece este festival gestionado a pulmón”, celebró la artista.

Y concluyó: “Me recuerdo de niña en este barrio. Poníamos la reposera en la vereda a la noche, hasta cualquier hora, dábamos vuelta a la manzana en bici con los chicos, todo eso se ha ido perdiendo. Es muy importante conocer al vecino, y ocupar la calle nos va a hacer sentir menos en la trampa de las redes sociales. En estos días fuimos a tocar la puerta, timbre por timbre, de quienes viven en la cuadra donde se va a realizar el festival, para avisarles del corte por el tema de los autos, y la mayoría estaba feliz de que esto vaya a pasar”.