Sociedad

Según un informe, el 7% de los niños no está cenando

Crédito: 120443

La pobreza infantil crece en Argentina en medio de la crisis. La Universidad Católica Argentina afirma que el 41,2% vive en las condiciones más precarias, mientras que el 63,4% no accede a algún servicio básico, como salud y educación.



"Es la primera vez desde 2010 que la inseguridad alimentaria más grave, la que afecta de modo directo a los niños, reporta un incremento significativo. Según nuestros registros, el 7% de los chicos no está cenando", confirma Ianina Tuñón, realizadora del estudio 'Pobrezas, derechos e infancias en la Argentina (2010-2018)'.



Si se consideran otros aspectos más allá de lo monetario, como la falta de acceso a los servicios de salud o educación, el 63,4% de los niños en Argentina está en una situación vulnerable, es decir, 7.500.000 personas.



El trabajo de los investigadores no incluye los cambios económicos que se produjeron durante 2019, en el último tramo de la Administración de Macri. 



Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, la pobreza multidimensional se mide por los niveles de alimentación, saneamiento, vivienda, atención médica, estimulación temprana, educación e información. El dato más alarmante del estudio es que la privación del acceso a la comida creció el año pasado de un 7,1% al 11,2%.



Empeoró la alimentación de los chicos

Santiago Poy, uno de los realizadores de la investigación, resume: "Por un lado, se registran mejoras en el acceso al saneamiento, la vivienda, la salud y la educación".



No obstante, las estadísticas muestran "un retroceso en el acceso a la alimentación y en el campo de la información".



Para Ianina Tuñón, quien también desarrolló el estudio, desde 2010 los cambios en el cumplimiento de derechos básicos son positivos, aunque "en los últimos años hubo un estancamiento".



Con respecto a la ingestión de comida, alerta: "Es la primera vez en nueve años que la inseguridad alimentaria más grave, la que afecta de modo directo a los niños, reporta un incremento significativo". Sobre ello, explica que según sus registros "el 7% de los niños no está cenando".



Aclara que en Argentina, al igual que en otros países de la región, el gran problema no es la desnutrición: "Es la obesidad infantil, porque están siendo nutridos con alimentos de muy baja calidad y de mucho valor calórico, que es lo que reciben en comedores escolares o comunitarios".



Para comprender mejor el conflicto, Tuñón explica que cuando hay problemas económicos en los hogares, por lo general "los primeros que restringen su alimentación son los adultos, empezando por las mujeres y luego los hombres".



Recién después empeora la nutrición de los niños, es decir que antes el resto de la familia ya estaba alimentándose mal, en un caso hipotético. 



En cuanto a las políticas públicas para resolver este flagelo, opina que si se consideran los planes sociales y la ayuda alimentaria, "no se puede decir que no hubo reacción por parte del Estado" y aclara que "ha sido totalmente insuficiente, en el contexto de un mercado de trabajo profundamente recesivo".

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