Hoy a las 8 en el Tribunal Oral Penal Nº2 está previsto que se desarrolle la segunda audiencia contra Juan José Altamirano, alias “Josele”, por el asesinato del estudiante Maximiliano Aquino, ocurrido el 1 de agosto de 2015.
El primer debate se concretó el 24 de agosto pasado. Ese día declaró ante el Tribunal el único imputado, quien aseguró que en la noche del crimen de “Maxi”, él estaba durmiendo.
“No tuvo fundamentos la declaración y la definimos como una falta de respeto por todas las cosas que dijo. Ya pasó un año, tuvo la posibilidad de declarar y no lo hizo. Si era inocente, se hubiese salvado de llegar a este juicio”, dijo a época, Adriano, papá de la víctima.
“Nada nos va a devolver la vida de Maxi, solo queremos Justicia y seguimos de pie porque sabemos que hay muchos estudiantes del interior y que necesitan estar protegidos de los delincuentes” agregó.
Comentó a este medio que se espera la testimonial de Melisa Arrúa, amiga de Maxi, quien estuvo en el momento del aberrante crimen, con muchas expectativas. “Necesitamos que cuente lo que sabe” dijo Adriano, quien confirmó su presencia junto a sus familiares y amigos del estudiante, en el debate.
Segunda jornada de debate
Durante el juicio está previsto que presten declaración cinco personas, entre ellas Melisa amiga de Maxi, quien estuvo presente en la madrugada del 1 de agosto en momentos que fueron interceptados por delincuentes.
Además se sumarán las testimoniales de otras cuatro personas, todas jóvenes, quienes se hallaban en las inmediaciones y algunos de ellos también volvían de la peña universitaria como lo hacían “Maxi” y Melisa.
Lo que dejó la primera audiencia
Cabe recordar que el tribunal, presidido por Héctor Gustavo Azcona e integrado por los vocales titulares Juan José Cochia y María Elisa Morilla, quienes rechazaron en la primera audiencia los planteos de nulidad presentados por la defensa de Altamirano, advirtieron que éstos debieron haber sido presentados durante la etapa de instrucción o hasta la citación a juicio.
En este primer día de debate declaró el imputado, contó que en la noche del 31 se acostó temprano, cerca de las 23 a dormir porque al día siguiente tenía que pescar para ayudar a su familia.
A las 13:30 efectivos de la Dirección de Investigación Criminal lo detuvieron y trasladaron a la brigada porque ya había “indicios” de que habría participado del crimen.
Desde entonces quedó preso y posteriormente procesado al descubrirse manchas de sangre en su ropa, secuestrada en un allanamiento, que correspondían al joven sanroqueño.
El hecho
Cabe recordar que el “crimen de Maxi” tuvo lugar entre las 6 y 6:18, y conforme al requerimiento del fiscal, el imputado Altamirano sería quien se trasladaba como acompañante en una motocicleta tipo Honda Wave de 110 centímetros cúbicos, detuvo su marcha sobre la calle Uruguay al 300 entre Baibiene y Rolón de esta ciudad y descendió con intenciones claras de robo.
El sospechoso habría abordado a Maximiliano Rodrigo Aquino y Melisa de los Ángeles Arrúa.
Aquino y Arrúa circulaban a pie por la vereda y el joven, al percatarse de que estaban siendo víctimas de un inminente asalto, se aproximó a su atacante a fin de resguardar a la mujer.
Se produjo un forcejeo y aparentemente, al no poder consumar el robo, se presume que sacó de entre sus prendas de vestir un elemento punzo cortante, que luego fue secuestrado, con el cual le ocasionó múltiples heridas en cuello, tórax, miembros superiores, abdomen y pelvis al estudiante.
Las lesiones provocaron su muerte y una vez que Aquino se desplomó en el suelo, el asesino subió a la motocicleta que lo esperaba dándose a la fuga.