Recibir invitados de imprevisto es horrible para quienes nos encargamos de los quehaceres del hogar y nos gusta agasajar a quienes nos visitan, en especial cuando de limpieza y orden hablamos ¡Es una carrera a contrarreloj que siempre nos deja sin energía —y a veces sin ánimos—!
No dejes que el estrés y el caos te agobien y no te permitan de los momentos valiosos de la vida. La clave para limpiar la casa cuando nos visitan es saber con exactitud qué cosas ven los huéspedes al llegar a nuestra casa y qué otras ni siquiera toman en cuenta (y tú crees que sí), así podrás atacar las áreas que realmente transitarán y los objetos que, en efecto, sí usarán ¡Sigue leyendo!
Lo que SÍ y lo que NO es importante limpiar si llegan huéspedes a casa
Quizás estés pienses que la forma adecuada de tener el hogar en su punto, es limpiándolo de arriba a abajo, pero esto no es del todo cierto. No debes dejar todo impoluto como una caja de cristal, basta con prestar atención a lo que de verdad es visible y fundamental para quien se hospeda y posponer lo que no lo es tanto.
Lo que sí:
- El baño: En cualquier momento las visitas harán sus necesidades, por eso, es esencial revisar el baño y darle una pasada al inodoro, al lavabo y a la ducha por si quieren ducharse, y no lo olvides: ¡repón el papel higiénico y el dentífrico!
- Toallas y paños: Toallas por si quieres darse una ducha, paños para secar su rostro y manos por la mañana al despertar. Incluso si no se quedarán a pasar la noche, es vital tener toallitas de mano limpias y sin malos olores.
- El salón: Desde los sofás, hasta la mesa central. Deshazte de papeles acumulados, facturas viejas y dibujos de los pequeños. Algunas veces no se trata de suciedad, sino de desorden.
- Los suelos: Haz que tus invitados se sientan cómodos y seguros de caminar sin calzado, en especial en la cocina, donde más derrames, salpicaduras y migajas quedan en esta superficie. No olvides también aspirar las alfombras.
- El espacio para el descanso: Asegúrate que la habitación donde dormirán esté limpia y ordenada, y que además que tenga unas perchas en el armario y al menos una mesa con espacio disponible para que coloquen sus pertenencias.
- Las sábanas: Indudablemente, notarán las sábanas, incluyendo su aroma. Así que, si no tienes tiempo de lavarlas, al menos prepara la cama con otras sábanas limpias, sin rasgaduras y sin manchas.
- La cocina: Aquí se incluyen las encimeras, la cocina, el fregadero y de ser posible, también la nevera (aunque no lo creas, también lo observan).
- Desaparece los malos olores: Es posible que haya olores molestos y no los percibas por estar acostumbrado/a a ellos, en especial si tienes mascotas y ha llovido. Rocía con ambientador casero, enciende velas aromáticas, coloca un recipiente con bicarbonato en cada habitación y ventila todas las habitaciones.
Lo que no:
- ¿Sábanas nuevas? Mejor no: La verdad es que cada objeto del hogar cuenta una historia y no tienes que avergonzarte de que estén un poco desaliñadas o un poco viejas.
- Recoger cada juguete: Si tienes niños en casa, sabrás que es inevitable ver pelotas, carritos y muñecos por doquier, aunque los hayas recogido un momento antes. No te preocupes, quien te visite lo entenderá.
- No te estreses por libros fuera del estante: Suena raro, pero si tus invitados ven un libro o una revista en el sillón, en la mesa central o en la encimera, esto podría ser un buen tema de inicio de conversación para romper el hielo e interactuar de forma genuina con ellos.
- El interior de los electrodomésticos: El horno, microondas, cafetera o tostadora, no vale la pena perder tiempo y energía limpiándolos con esmero si las personas que te visitan no las verán.
- Cada partícula de polvo: ¿Tu día de limpieza es el domingo? No te rompas la cabeza si llegan visitas en viernes. Enfócate en limpiar de manera general y ofrecer una buena atención como anfitrión.
- Espejos y cristales relucientes: A pesa de que estos detalles hacen que la casa se vea más limpia, es imperativo dejar cada espejo, puerta de vidrio o ventana impecable si no tienes tiempo.
- El dormitorio principal: Tus visitas no entrarán ahí, por lo que es mejor que te centres en las partes de casa donde sí estarán más tiempo.
- Armarios, estantes y la despensa: Dudo mucho que alguien ajeno a casa entre a tu habitación y abra tu armario, mucho menos que vea tu despensa a ver que consigue para aliviar un antojo.
- Ahora que sabes que no es un requisito indispensable limpiar cada mínimo detalle para que tus huéspedes se sientan a gusto, no permitas que la frustración te gane y disfruta un poco más. Al fin y al cabo, ellos están ahí para visitarte, no para auditar la calidad del aseo. ¡Tómate un respiro!