Todos tenemos los mismos problemas en las relaciones humanas sin importar raza, sexo, religión, ideología o estatus social.



La falta de una comunicación asertiva y acertada, la ausencia de empatía y el egoísmo han estado desde incontables años; eso puede cambiar si conseguimos dialogar y relacionaros desde el amor.



En esta nota presento “Los Cuatro Acuerdos”, que son pautas qué nos conducen a ser libres y poder liberarnos emocionalmente de las creencias prefijadas con las que venimos desde que nacemos.



El autor presenta una manera sencilla de superar las creencias que nos limitan (domesticación de los seres humanos) y el como alcanzar un equilibrio, que nos lleve a la felicidad desde el amor. Su conocimiento tolteca, que no es una religión, surge de la “unidad esencial de la verdad” de la que parten todas las tradiciones esotéricas sagradas del mundo.



De niños nadie tuvo la posibilidad de elegir en que creer, pero estuvimos de acuerdo con la información que otros seres humanos nos transmitieron ej. La lengua, la religión, los valores morales etc. El autor, apoyándose en la sabiduría Tolteca, invita a llevar a la práctica de estos cuatro acuerdos para conseguir la libertad emocional.



Los cuatro acuerdos son:

1. Sé impecable con tus palabras.

2. No tomes nada personalmente.

3. No hagas suposiciones.

4. Haz siempre tu máximo esfuerzo.



El autor es Miguel Ángel Ruiz (1952); escritor y orador mexicano de temas espiritualistas o neo-chamanísticos.



El primer acuerdo: “Sé impecable con tus palabras” Solamente recibirás una idea negativa, sí tu mente es un campo fértil para ella.



Va más allá del idioma, dialecto, las palabras, los sonidos o los símbolos; el modo en que los usamos tiene fuerza propia con la intención, imprimen carácter, a partir de ellas construyes tu vida. Puedes influir en tu entorno y en los que te rodean. Dependiendo de cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán. Con el uso erróneo nos perjudicamos los unos a los otros, hiriéndonos, generando odio y rencor.



Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra uno mismo. Cambiar el miedo por el amor, esto se vuelve recíproco: Si amas, te amarán. Ya no te afectarán los comentarios de los demás, siendo inmune, re llevará a la libertad personal, al éxito y a la abundancia. De este acuerdo, el más elemental, nacen los otros tres.



El segundo acuerdo: “No tomarse nada personal” No te tomes nada personal, porque sí lo haces, te expones a sufrir por nada.



La demasiada importancia personal es egoísmo, creyendo que todo gira alrededor nuestro. Si no te tomas todo personalmente, conseguirás inmunidad ante el resto de las personas, se transformará en un hábito, te evitarás muchos disgustos en la vida, sólo eres responsable de ti, la confianza qué te tengas no dependerá de los demás, tu rabia, tu odio, tu envidia y hasta tu tristeza se diluirán.



El tercer acuerdo: “No hagas suposiciones”. Con una comunicación clara, tus relaciones cambiaran favorablemente.



Generalmente creemos que lo que suponemos que piensan o hacen los demás es cierto, cuestión que nos hiere y ofende, ocasionando problemas, dramas innecesarios al respecto. Las suposiciones se evitan preguntando. EL autor nos invita a que las cosas queden claras, en el ámbito que sea, esto nos ahorrará sufrimiento y problemas. Apostando a una comunicación clara.



El cuarto acuerdo: “Haz siempre lo máximo que puedas”. Limítate a hacer lo máximo que puedas en cualquier circunstancia de tu vida. Dar y ser siempre lo mejor que se pueda.



Lecciones clave de “Los Cuatro Acuerdos”



1. Todos tenemos los mismos problemas en las relaciones humanas

2. La fuerza de la palabra

3. Ser feliz depende de cada uno



El primer paso hacia la libertad personal es ser consciente de que no somos libres. La propuesta es desarrollar y construir “nuestra libertad”, intentar utilizar la propia mente y nuestro propio cuerpo, vivir nuestra propia vida, en lugar de la vida de nuestro sistema de creencias compradas o impuestas o, por buscar ser aceptados, vivir para complacer inauténticamente a otros, descuidándonos a nosotros mismos.



La fuerza y él uso de las palabras nos diferencia de los animales, el lenguaje va evolucionado y nos permite avances de toda índole. Si se utiliza la palabra con respeto y amor, el resultado será recíproco, si se usa en un sentido negativo, pueden generar odio, resentimiento conflicto.



Ser feliz depende de cada uno, no importan los problemas o las situaciones a las que nos tengamos que enfrentar, cada ser humano es dueño de conseguir su propia felicidad, de modo que, contemplando los conocimientos anteriores, sumado a la actitud positiva hacia uno mismo y luego hacia el resto canalizando y gestionando los miedos, contribuyen a conseguir estados de felicidad más allá de las circunstancias.



Te mando un beso inmenso TG.

IG Tona Galvaliz.

FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-

Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.