Nuestra naturaleza humana por una cuestión de supervivencia busca siempre sentir seguridad en la cotidianeidad del devenir de la vida, aseverando certezas que garanticen y brinden una palpable sensación de protección y seguridad.
Es sabido que la seguridad es una “percepción personal, es una interpretación” de la realidad, es una “sensación individual” y, lo opuesto a la seguridad es la impresión de intranquilidad.
El miedo a lo desconocido trae consigo un ingrato efecto de desamparo, de desprotección, donde seguidamente surge un sinfín de mecanismos de compensación o de defensa ocasionando una importante tensión, desgaste personal que duele y asusta.
La realidad indica que los cambios son necesarios, que necesitamos urgentemente una manera más humana, más solidaria y constructiva de vivir y convivir, aprendiendo formas innovadoras, inclusivas, creativas, ecológicas y espirituales.
Estamos hoy sumergidos en una profunda crisis que nos empuja a crecer, entendiendo a las crisis como una oportunidad de superación.
Darle la bienvenida y aceptar este proceso de transformación, nos peritará impulsarnos hacia un nuevo renacer que incluye la manera en que venimos pensando, sintiendo y actuando.
Asimismo, el proceso de transformación permitirá el fortalecimiento para desarrollar una buena actitud, poder atravesar lo incierto que la circunstancias trae frente a, por ejemplo: a los desapegos, ya sea de un ser querido que está enfermo o que está partiendo, la no garantía de continuidad laboral, los desarraigos, las modificaciones en cualquier tipo y calidad, en especial lo financiero, rupturas en relaciones, y cambios en el tipo de vida etc.
Es importante comprender que, experimentar sostenidamente la emoción de inseguridad causa miedo, y esto trae aparejado un sinfín de mecanismos, como ser la necesidad de control, la intolerancia a lo desconocido, ansiedad, depresión, angustia, agotamiento, estrés, desequilibrio, enfermedad y hasta podemos morir.
El cómo asumimos lo incierto, afecta nuestro mundo emocional, actitudinal, impacta en nuestro cuerpo biológico y por otro lado modifica el tipo de conversaciones acerca de posibilidades respecto a las cosas.
¿Que significa sentir seguridad? Es vivir tranquilo sin temores, peligros, amenazas de ser agredido por diferentes factores. Un sinónimo de confiar es “amar”.
La palabra seguridad viene del latín “securitas”, implica ausencia o minimización de riesgos en los avatares dela vida.
La seguridad como concepto psicológico alude al estado de equilibrio mental que le permite a una persona sentir confianza en su propio yo y enfrentar positivamente las dificultades de la vida.
La seguridad en sentido restringido se refiere casi exclusivamente a la “sensación de protección” de la vida, de la integridad física, de la propiedad; también seguridad simbólica de protección contra el prestigio, la enfermedad, el hambre, el desempleo, el delito, el conflicto social, contra la represión política y perdida de libertad, los riesgos del medio ambiente etc.
La manera en que entendemos por seguridad / inseguridad y cómo actuar frente a ello forma parte del punto de vista individual.
Para ir cerrando la nota, valen las siguientes preguntas:
¿Dónde estas poniendo tu mirada frente a los cambios repentinos?
¿Te focalizas en el problema o en la solución?
¿Qué necesitas desaprender que ya no funciona?
¿De que te estás perdiendo por no atreverte a soltar esos miedos, esas inseguridades viejas y encontrar maneras más innovadoras y constructivas?
¿De que te hizo dar cuenta esta nota?
Llego tu momento de cambiar paradigmas obsoletos. ¡Aspira a nuevas y mejores versiones de ti mismo!
Te mando un beso inmenso. TG.
Biodecodificación – Coaching Sistémico – Counselor -LogoTerapeuta- Análisis Existencial-Programación Neuro Lingüística PNL- Speaker.
Instagram @Tona Galvaliz. LinkedIn / fb / YouTube: María Antonia Galvaliz