En una insólita situación de abandono estatal, el gigantesco pozo de la avenida Jorge Romero en la Capital de Corrientes amenaza con derrumbar casas de vecinos porque ya avanzó sobre las veredas.

 

Actualmente, no existen planes de pavimentación urbana en las gestiones del gobernador, Gustavo Valdés, y del intendente Eduardo Tassano, ambos de ECO-Cambiemos, por lo que los vecinos deberán seguir esperando en medio del peligro.

 

A pesar del grave riesgo que muestran las imágenes de hoy y de los reiterados reclamos de los vecinos del barrio, ni la Municipalidad ni el Gobierno provincial se iniciaron cargo.

 

Los vecinos que viven por avenida Romero, que conecta la costanera sur con Teniente Ibáñez, temen que sus viviendas comiencen a agrietarse en caso de que el desmoronamiento del cráter siga comiendo las veredas. 

 

El cráter se sigue ampliando por las lluvias y hay varias casas lindantes en peligros de derrumbe.

 



 

La avenida Romero se derrumba porque fueron mal realizados los trabajos de pavimentación y entubamiento del arroyo que cruza por debajo y lleva el agua de lluvia hasta el Paraná.

 

La misma fue pavimentada por la Provincia en la campaña electoral de 2013, cuando Ricardo Colombi la inauguró con bombos y platillos mientras buscaba la reelección de su cargo. Duró menos de cuatro años y se derrumbó en mayo de 2017. 

 

Desde entonces, hace más de un año, nadie más se hizo cargo de su reparación. Actualmente, ni la gestión Valdés ni la de Tassano tienen planes de pavimentación urbana.

 

Cada vez que llueve en Corrientes, el gigantesco y peligroso pozo se llena de agua, con el peligro que significa la profundidad de casi 2 metros que tiene; todo indica que el desmoronamiento de las veredas continuará.