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Mons. Stanovnik instó a "encontrar el camino para construir un futuro amigable"

La comunidad cristiana vivió ayer la celebración más importante. En su mensaje de Pascua, el arzobispo de Corrientes destacó que "con Cristo vencemos los enfrentamientos, el odio y la venganza".



La celebración central del cristianismo culminó ayer con el Domingo de Pascua. Así, la nutrida agenda de conmemoraciones finalizó con misas previstas en las iglesias y en parroquias de Corrientes durante la Semana Santa.



El significado de pascua es el camino de Cristo de la muerte a la vida y su paso final a la eternidad y gloria. Esta jornada marca el fin de la Semana Santa y abre un período llamado tiempo pascual, que finaliza el día de Pentecostés, cuando se celebra el descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesús y que este año se conmemora el 19 de mayo.



El arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, presidió la celebración que se realizó en la sede del Arzobispado y que fue transmitida por diversos medios de comunicación y redes sociales para poder llegar así a quienes no pueden trasladarse a las iglesias para escuchar la palabra de Dios en ese día tan particular. En la oportunidad, instó a que, por intermedio de la Virgen, se pueda encontrar un camino de unión para forjar un futuro mejor para todos, especialmente para los que "siempre quedan de lado".



Las palabras del obispo llegaron tras la vigilia que se realizó en la medianoche del Sábado Santo en los templos y que marca el final del tiempo "de Cuaresma y penitencia y el principio del tiempo Pascual, que es uno de regocijo", según el catolicismo.



En su mensaje de Pascua, Stanovnik señaló que "la noticia de la muerte y resurrección de Jesús nos tendría que desbordar de alegría, nos tendría que enloquecer de alegría, porque es algo absolutamente inédito. La reacción de los primeros testigos fue de sorpresa en primer lugar, nunca sucedió que un hombre que fue crucificado, muerto y sepultado volviera a la vida. Cuando se dieron cuenta de que era verdad no cabían en ellos de alegría. Le daba un sentido absolutamente nuevo a sus vidas".



"Porque Jesucristo resucitó superó todos los obstáculos. Por eso, el cristiano es un hombre pacífico, porque tiene el corazón pacificado, porque es un hombre sin miedo, porque no hay nada que pueda provocarle temor. Con Jesús superamos todo, morimos como murió Jesús, naturalmente, pero el cristiano muere en paz porque sabe que va a un encuentro", agregó.



Más adelante, en su homilía, Stanovnik señaló: "Estamos hechos para la vida, pero el creyente sabe que, ante el obstáculo que no podemos vencer que es la muerte, con Cristo lo vencemos y todos los demás obstáculos, la división, los enfrentamientos, el odio, la venganza, todo aquello que proviene de nuestro pecado, del mal que nos aleja de Dios y nos aleja de los demás, con Jesucristo lo podemos hacer".



"Esta es la convicción del creyente. Qué maravilla la fe que tenemos. Le pedimos a la Virgen, que nos acompañe a todos, sobre todo al pueblo argentino para que encontremos el camino de encuentro, de la amistad, del diálogo, del respeto mutuo, para que podamos construir juntos y para todos, especialmente para los que siempre quedan de lado, un futuro amigable y que nos ayude a renovar profundamente nuestra fe", finalizó.





Evitar la indiferencia



Por su parte, en su mensaje por la celebración de la Pascua, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, expresó su preocupación por los despidos que se vienen registrando en los últimos días en el país y pidió que no "nos gane la globalización de la indiferencia" ante la situación de crisis.



"Hemos recibido últimamente en la Conferencia Episcopal a grupos diversos de personas que quedan sin trabajo, gente que queda como al costado del camino. Es tremenda esta herida. El día que nos gane la globalización de la indiferencia, el día que se nos endurezca tanto el corazón, que no tengamos sensibilidad para estos hermanos y hermanas que quedan sin trabajo, ese día no nos podemos llamar cristianos", dice el videomensaje de Ojea.



Y agrega: "Ese día vamos a decir: nos ocupamos solamente de nosotros mismos y ¿los demás qué importan? Pidámosle al Señor esta gracia de descubrir con una imaginación nueva la caridad cristiana. Siempre la Pascua nos da una nueva creatividad para poder crecer en el amor, para poder crecer en la caridad".



En el mensaje sostuvo que "los frutos de la Pascua son la paz y la alegría que nos trae Jesús resucitado, pero la paz además de ser un don es una tarea; la paz se construye, no es un producto industrial, es artesanal".



Crédito: República de Corrientes






"Escuchar clamores que brotan de la realidad"



En su mensaje pascual, el obispo de la diócesis de Goya, Adolfo Canecín, pidió que "podamos seguir caminando juntos", y escuchar "los clamores que brotan de la realidad, esperando respuestas pastorales".



"Esta fuerza revitalizante y transformadora, de personas, comunidades y estructuras nos permitirá ser la iglesia que Cristo que soñó al fundar, sencilla y ministerial. Tirar parejo y en la misma dirección, viviendo la comunión, único criterio de credibilidad", destacó el obispo.



Canecín rezó para que "bajo el influjo y la moción del espíritu del resucitado, sigamos caminando juntos, poniéndonos a la escucha unos de otros, y de los clamores que brotan de la realidad, esperando respuestas pastorales. Siempre conversando y discerniendo en el espíritu".

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